Talleres de Gipuzkoa cambian cada día decenas de airbags defectuosos por un error de fábrica
El reemplazo del modelo japonés Takata se ha iniciado con una segunda campaña de sustitución y desde los talleres afirman que el procedimiento es gratuito y rápido
Diego Fernández Tortosa
San Sebastián
Domingo, 14 de septiembre 2025, 00:26
Todo el que haya viajado por Francia este verano ha podido leer, en los paneles informativos, un mensaje que decía: 'Airbags Takata. Haz que revisen ... tu vehículo'. Esta advertencia se refiere a los dispositivos de seguridad de la empresa japonesa Takata, que pueden llegar a ser mortales –en España se ha confirmado que al menos una persona ha perdido la vida por este dispositivo–, por lo que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha promovido campañas de sustitución masiva. En la actualidad, tal y como ha confirmado este periódico, los diferentes talleres de Gipuzkoa cambian a diario decenas de estos dispositivos de manera gratuita y, de media, en menos de una hora. «Cada día podemos cambiar al menos un airbag perfectamente y lo hacemos de manera gratuita y en menos de una hora», alegan desde un taller Volkswagen en Eibar.
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Los problemas relacionados con estos airbags afectan a un total de 19 marcas, principalmente firmas del grupo Stellantis –Opel, Citroën, DS, Peugeot...–, pero también a otras como Volkswagen, Volvo, Audi, Seat o Ford. Según las estimaciones de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en el Estado más de cuatro millones de vehículos –el 15% del parque automovilístico estatal– comercializados entre 1997 y 2018 pueden llevar instalados estos mecanismos defectuosos.
Hay 19, como Citroën, Opel, Peugeot, DS, Volkswagen, Seat, Ford, Audio o Volvo
Pero, aunque el fallo puede ser mortal y todavía hay coches con estos dispositivos en circulación, las marcas automovilísticas están avanzando con las campañas de reemplazo, que se procede de manera gratuita y rápida. «La sustitución no tiene costes porque es una intervención en garantía. El recambio puede tardar una media hora. Pero la capacidad productiva es la que es y lo más complicado es organizarse y programar, digamos, una agenda de 700 intervenciones, dar coches de ocasión cuando sea necesario... Al día, en nuestros talleres podemos estar cambiando entre 10 y 12 airbags, pero no podemos dedicarnos únicamente a esto. Si fuera así estaríamos todo el día», comenta Ibon Santamaría, director general del Grupo Palausa –concesionarios oficiales de Citroën, Opel, Peugeot, entre otros–. La misma dificultad la señala Carlos Arregui, gerente del grupo Carza Gipuzkoa, que lleva entre otras marcas Peugeot: «Este tema es más grave porque implica la seguridad de los conductores. Aquí entran dos factores: la disponibilidad del taller y de los materiales, que es lo que más cuesta, y la propia reparación, que no dura más de una hora y media. El problema es que hay tal aluvión de marcas afectadas, que la lista de espera puede ser larga porque faltan materiales y es complicado gestionar la oferta».
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Pese a todas estas dificultades los centros especializados reconocen estar sobrellevando bien la situación. «Los cambios se hacen rápido, en 10 o 15 minutos, y se van citando de manera progresiva a los diferentes clientes afectados, que al día rondan los cinco o seis. Lo único que hay que pedir es el recambio con el bastidor de cada coche porque son todos distintos. Pero lo estamos llevando sin problemas», afirma Jon Castillo, jefe de posventa del grupo Easo Motor en Gipuzkoa.
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¿Qué hacer?
Si un ciudadano tuviera un modelo afectado, explican desde los talleres, debería haber recibido una carta certificada de la DGT. «Desde los concesionarios mandamos a la DGT los números de chasis de cada vehículo y ellos hacen llegar a cada conductor una carta certificada obligatoria para que vayan a su concesionario», explica Arregui.
No obstante, aunque esto sea la norma, también es posible que el conductor haya recibido una carta proveniente del propio concesionario o marca de coche. Firmas como Citroën comenzaron hace unos años una campaña llamada Stop Drive (Dejar de conducir, en inglés), donde a través de la propia página web de la marca instan a los conductores de ciertos modelos –Citroën C3, Citroën C4, Citroën DS3, Citroën DS4, entre ellos– a dejar de conducir y aportan un buscador para comprobar el número de identificación del vehículo. «De todas formas, si el usuario quiere quedarse tranquilo, e independientemente de haber recibido la carta o no, la persona debería ponerse en contacto con su servicio y acudir a su taller oficial de confianza con el dato de bastidor del vehículo», aconseja Santamaría, director general del grupo Palausa.
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Este directivo, que también preside la patronal de distribución de coches Opel Ancopel, también aclara que la DGT manda dos tipos de misivas: las preventivas y las obligatorias. «En este caso es de las segundas porque afecta a la seguridad del conductor». Tanto es así que 40 personas han perdido la vida en todo el mundo al accionarse el airbag delantero de sus automóviles. El problema se origina en el inflador del dispositivo, que por determinados factores –paso del tiempo y condiciones ambientales como humedad y calor–, y ante una colisión, puede explotar y proyectar metralla sobre el conductor.
Esta situación provocó que asociaciones como la OCU presentaran varias reclamaciones. «Principalmente son tres: que el recambio sea gratuito, que sea rápido y que las marcas proporcionen coches de ocasión para aquellos individuos que necesitan su vehículo cada día», defiende Kepa Loizaga, representante de la Organización en Euskadi. Estas razones ya quedan solventadas por parte de los talleres –es más, la empresa Takata quebró porque no podía hacerse cargo del reemplazo gratuito de tantos airbags en todo el mundo–, pero aún quedan vehículos por reemplazar, por lo que desde el conglomerado comparten la recomendación de asistir de inmediato al taller oficial más cercano, con independencia de haber recibido o no la carta.
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Acudir al taller oficial con el número de bastidor aunque no se reciba la carta de la DGT
Cualquier persona que tenga un modelo de coche afectado por los airbags Takata, comentan los expertos consultados, debería haber recibido una carta certificada de la DGT que insta a acudir a un taller oficial para reemplazarlo. De todas formas, es posible que el consumidor en cuestión no haya recibido la misiva. Ante esta posibilidad la forma de actuar es clara. «Si la gente quiere quedarse tranquila, e independientemente de haber recibido la carta o no, debe acudir a su taller oficial con el número de bastidor del vehículo», aconseja Ibon Santamaría, director general del grupo Palausa.
Por otro lado las principales marcas afectadas –Citroën, DS, Seat o Ford, entre otros– ponen a disposición del conductor un apartado en su página en el que, poniendo el número de chasis en el dato de identificación del vehículo, permite saber al interesado si su modelo de turismo puede tener instalado uno de estos dispositivos de seguridad defectuosos.
Cabe destacar que los avisos de la DGT sobre este tema tienen un carácter obligatorio, puesto que el fallo en los airbags puede provocar lesiones graves o la muerte sobre el conductor en caso de colisión.
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