"Los ganaderos no quieren recibir ayudas, sino un precio digno por su producto"

El sector lácteo atraviesa malos momentos no solo en España, sino en toda en Europa. La desaparición del régimen de cuotas lo entregó a las veleidades del mercado internacional. Algunos países productores vieron abrirse buenas oportunidades de cara a las exportaciones en Asia que, al final, no han llegado a materializarse. El sector vasco vive el vaivén con algo más de seguridad gracias al respaldo que supone su buena estructuración, como destaca Bittor Oroz, Viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno vasco. A pesar de todo, Oroz se muestra optimista sobre el futuro del sector en Euskadi.

¿Qué es lo que ocurre?

Estamos ante un gran problema de mercado y un desajuste entre la producción y el consumo. Hay un aumento de producción que se entendía que iba a absorberse por el sudeste asiático y no ha sido así. Otro factor ha sido el veto ruso, que también está afectando. Este panorama general hace que los precios en el sector hayan caído. En nuestro caso también lo han hecho. La referencia por volumen podría ser Kaiku Cooperativa. La transformación de Kaiku Coop. la hace Iparlat. El año pasado estábamos con unos precios de unos 36 o 37 céntimos el litro. Este año estamos hablando de 33,5 céntimos, según el último dato que tenemos. Está en torno a los 34. Comparando con otras zonas, el precio es muy superior, porque la estabilidad que tiene nuestro sector es superior.

¿Por qué?

Básicamente porque en Euskadi estamos ante un sector muy estructurado. Los ganaderos están organizados en torno a cooperativas, sobre todo en torno a Kaiku, y están asociados a un proyecto de transformación, lo que hace que tengan una mayor estabilidad ante los cambios del mercado.

¿El canal de exportación a Asia está cerrado para el sector vasco?

En estos momentos, la leche que producimos tiene canales de comercialización bastante estables, con lo que es difícil que Euskadi exporte. El año pasado el informe sobre el impacto del fin de las cuotas lácteas de Rabobank planteaba un panorama europeo de millones de toneladas de leche que se podían ir moviendo y evidentemente esas previsiones no se han cumplido.

El paquete de medidas anunciado por la Comisión Europea (CE) no ha gustado a los productores. Aquí, Enba y EHNE siguen pidiendo medidas de regulación del mercado...

La vía es esa. Cuando el Ministerio (de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente) nos dijo que se iban orientar unas ayudas directas, nosotros fuimos críticos con esa decisión porque básicamente tenemos un problema de mercado. Y los problemas de mercado se resuelven con medidas de mercado. No con ayudas directas a los ganaderos. Lo mismo se puede decir de las medidas de la CE. Pero además la Comisión no ha decidido cómo se van a articular esos 500 millones que había que inyectar en el sector. Insisto: ante los problemas de mercado, actuar en el mercado.

La reunión del pasado jueves en el Ministerio entre ganaderos, industria lechera planteó un preacuerdo que contempla revalorizar el precio de la leche.

En esta cadena de valor en la que están la producción, la transformación y la comercialización, tenemos diferentes agentes que en algunos casos son contrapuestos. Es el precio final de la leche el que está marcando lo que se va a pagar al ganadero, o a la cooperativa. Hay que ver cómo se puede actuar en esa cadena para que lo que cobre el ganadero sea justo. Lo que no podemos admitir es que la leche es un producto gancho con cuyo precio se juega, y pensar que vendiéndola a 0,55 podremos pagarle a la ganadero a 0,40. En la reunión de Madrid se planteó una medida de regulación que tiene que ir por ahí, tiene que ir a buscar una acuerdo en toda la cadena de producción.

Está claro que se opone a las ayudas directas.

A los problemas generados por el mercado hay que responder actuando en el mercado, no con ayudas directas al sector productivo. Los ganaderos no quieren recibir ayudas, quieren cobrar un precio digno por su producto. Y para eso hay que actuar en la cadena de valor.

¿Cree que el sector es sostenible en Euskadi

Sí. Y precisamente porque está muy estructurado. Un producto necesita estabilidad para poder tener futuro. Hay que seguir trabajando, desde luego. Hay que mejorar, por ejemplo, las condiciones de recogida de la leche. Hay que trabajar en la competitividad de las explotaciones, en la transformación y en las condiciones de mercado. Y está el consumidor.

¿A qué se refiere?

El consumidor tiene que ser consciente de que si realmente queremos tener ganaderos hay que pagar un precio justo para que ese ganadero tenga una estabilidad y pueda seguir realizando su actividad. Si queremos un sector primario con todos los atributos positivos que eso le confiere a nuestro país, vamos a tener que hacer una apuesta como consumidores por nuestro producto y no fijarnos tanto en el precio.