Pelota - Manomanista

Erik Jaka desaparece ante Peio Etxeberria

Este resultado otorga el billete para semifinales a Darío, quien asegura de paso el primer puesto del grupo B con vistas a los cruces. La segunda plaza corresponderá al vencedor del Ezkurdia-Peio Etxeberria, pendiente de la decisión de Baiko y Aspe respecto a la fecha y el frontón. Tendrá lugar el sábado 6 de mayo en el Labrit de Pamplona o el domingo 7 en el Bizkaia de Bilbao.

La caída de Jaka acentúa además la crisis de resultados de Baiko en la presente edición de la competición reina. Sus representantes han perdido los seis encuentros en los que han estado presentes, todos frente a pelotaris de Aspe. Unai Laso, que entra en acción hoy, es el único superviviente y la única esperanza para las huestes dirigidas por Aimar Olaizola.

Aspe no solo tiene garantizados tres de los cuatros semifinalistas. Esa proporción asegura la presencia de uno de ellos en la final del domingo 4 de junio en el templo de la capital vizcaína.

«Estoy con pena y enfadado», aseguró un Jaka que no acababa de encontrar explicación lógica a lo sucedido. «He empezado bien, dominador sobre la cancha. Diría que rozaba la perfección. Luego, me ha enredado o me he enredado. No me he sentido inferior en el juego. He preparado bien el Manomanista. Desde el punto de vista físico he dado bien la vuelta a los tantos duros. Pero no sé lo que me ha faltado en los momentos clave. Me voy a casa con cara de tonto».

La derecha de Jaka encontró bien altura en los primeros tantos frente a un Peio Etxeberria al que le faltó esa virtud. La consecuencia fue un 6-0 favorable al de Lizartza, ampliado poco después al 9-2. Los cuatro primeros tantos de más de diez pelotazos favorecieron al campeón de 2020, capaz de contrarrestar la intención de endurecer el juego de su oponente.

El exigente 9-3, de 24 pelotazos y culminado con un pelotazo de Peio Etxeberria a los pies de Jaka, empezó a girar el partido. Nada fue igual a continuación. Ni parecido. Si bien el delantero de Lizartza declaró haberse sentido bien físicamente después, los números evidencian el gobierno del de Zenotz en ese apartado.

El duelo cambió de tal manera que de los once siguientes tantos por encima de la decena de pelotazos nueve cayeron hacia el lado de Etxeberria y solo dos llevaron la firma de Jaka, cuyo rendimiento cayó en picado. Probó a restar los saques a bote desde atrás, pero falló cuatro de zurda. Tampoco aprovechó el primer disparo cuando lo tuvo en su poder.

«He dado la vuelta al partido a base de sufrir mucho», confesó el vencedor, que restó a bote diez de los doce saques del rival. «Al principio me sentía como bloqueado. En esos momentos piensas en pegar un pelotazo más y en no darte por vencido».

Le falta derecha a Etxeberria para hacer daño. Compensa esa carencia con intensidad y ritmo. Siete tantos de saque le ayudaron en una espectacular remontada que le coloca a una victoria de las semifinales. «No es la primera vez que me veo en esta situación». Su buen amigo Ezkurdia se interpone en el camino.