Semana de exámenes en San Fermín

Antes de cumplirse un mes de la vuelta del público a los frontones y con casi todo el verano por delante, la mano profesional se prepara para vivir en Pamplona su primer gran examen. Le espera una feria de San Fermín distinta a las anteriores pero fundamental para despejar dudas. Su resultado servirá a los empresarios para cerciorarse de las ganas actuales de ir al frontón. También los pelotaris estarán atentos a lo que suceda en el Labrit durante cinco días, en realidad cuatro ya que el 7 de julio, con ocasión de la final del Cuatro y medio navarro, se jugará a puerta cerrada por petición expresa del Ayuntamiento de Iruñea para evitar aglomeraciones en tan señalada fecha.

¿Cuál es la realidad? El paso de las semanas ayudará a encontrar la respuesta a la pregunta. Para ver lleno de nuevo el Labrit nueve días seguidos en cualquier horario habrá que esperar en primer lugar a que la amenaza del coronavirus desaparezca de nuestras vidas. Mientras, la mano profesional necesita sobrevivir de la mejor manera posible y con más ingresos que los de la televisión hasta que llegue ese momento.

Con un aforo permitido de 602 espectadores en el Labrit –alrededor del 60% de su capacidad–, Aspe y Baiko recuperan la feria de San Fermín tras el paréntesis de 2020, si bien en un formato más reducido. Tiran para el torneo de parejas de buena parte de sus mejores pelotaris.

Faltará el campeón manomanista, Jokin Altuna, reservado para el desafío Urzante del sábado 10. Su empresa, Aspe, apuesta por pelotaris navarros para el Torneo San Fermín de parejas: Ezkurdia-Martija y Peio Etxeberria-Zabaleta. Baiko prefiere la experiencia de Olaizola II-Mariezkurrena II y Urrutikoetxea-Albisu. Seis de los ocho participantes son locales. Cada promotora tiene su semifinal, por lo que una y otro se aseguran representación en la final del domingo 11.

Peio Etxeberria es la novedad entre los titulares. Sin sitio en el último Manomanista de Primera y ganador del Promoción, Aspe premia su trayectoria. Le elige en detrimento de Altuna III y de Elezkano II, y de paso aumenta el nivel de exigencia a Zabaleta.

Aunque el Navarra Arena ofrecía la posibilidad de meter unos 900 espectadores, las empresas de mano han preferido mantener su oferta en el Labrit. Argumentó la elección Inaxio Errandonea, director comercial de Aspe, en la presentación de ayer: «Se han contemplado todas las posibilidades y es una decisión meditada. El Labrit está en el Casco Antiguo de Pamplona, es cómodo para el pelotazale. Creemos que el Navarra Arena está destinado a grandes eventos, por ejemplo las finales. Disponemos en el Labrit de un aforo decente para estos tiempos y creemos que es el frontón idóneo para esta feria».

Las entradas ya pueden comprarse en internet. Cuestan de 35 a 15 euros para semifinales y desafío, y entre 40 y 25 para la final.

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