Canseco manda a botar al nueve su mejor derechazo
Sarasibar, resolutivo además de ordenado, y el riojano derrotan a Sánchez y Landa en una final de grandes detalles y numerosos errores
«El mejor pelotari de la final de promesas ha sido Sarasibar», aseguraba convencido un pelotazale de Bidania. De acuerdo. Acertó más y falló menos ... que ningún otro. Sin embargo, los ojos se te van sin querer a Canseco y Landa cuando les ves soltar uno de sus dos brazos. Da igual cuál. Inevitable. Se salen de lo común. Se les adivina una proyección cuyo tamaño dependerá de ellos mismos, sobre todo, y de los técnicos que les ayuden y aconsejen.
Sarasibar-Canseco
22
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14
Sánchez-Landa
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Tiempo de juego: 43 minutos y 42 segundos.
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Pelotazos a buena: 319.
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Tantos de saque: Sarasibar, 2. Sánchez, 2.
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Faltas de saque: Sarasibar, 0. Sánchez, 0.
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Tantos en juego: Sarasibar, 6. Canseco, 5. Sánchez, 3. Landa, 1.
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Tantos perdidos: Sarasibar, 0. Canseco, 8. Sánchez, 4. Landa, 5.
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Marcador: 0-2, 4-2, 4-3, 6-3, 6-4, 9-4, 9-5, 10-5, 10-6, 11-6, 11-8, 19-8, 19-9, 21-9, 21-14 y 22-14.
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Botilleros: Jorge Canseco, fisioterapeuta de las selecciones paralímpicas españolas, dirigió desde la silla a la pareja formada por Andoni Sarasibar y su hijo Álvaro, mientras que Daniel Sánchez trató de llevar las riendas de su hijo Daniel y Landa.
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Incidencias: Susana Celayeta, directora territorial de Bankoa ABANCA, fue la encargada de sortear el primer saque. La chapa salió azul, color de los gerrikos de Sánchez y Landa.
La velocidad que imprimió al juego Álvaro Canseco de izquierda y derecha condicionó la final. Incomodó a Unax Landa, quien además vio cómo sus mejores pelotazos encontraban respuestas espectaculares. El riojano nacido en Madrid provocó ese murmullo del público que diferencia lo cotidiano de lo extraordinario, lo corriente de lo insólito.
Las notas
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7 Sarasibar Ordenado y resolutivo, suma mucho y no resta nada. Correcto en la elección de todas sus accionres. Garantía para el zaguero.
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7 Canseco Facultades extraordinarias. Deslucieron su actuación cuatro errores en los últimos compases. Aspe confía en él para el futuro.
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5 Sánchez Desbordado por los acontecimientos en algún momento. Dos bonitos remates al inicio y limitada presencia después.
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5 Landa Careció de la continuidad exhibida durante la semifinal. Dominó solo a ratos. Canseco es otra historia, otro nivel.
Malogró nueve o diez tantos si contabilizamos en ese capítulo dos malos restos de saque. A nadie le gusta fallar ni ver fallar, pero en la evaluación de un pelotari de 17 años priman otros elementos. La pelota le sale con gracia de las dos manos y acelera el movimiento en el último instante.
Sarasibar fue para muchos el mejor pelotari promesa, pero los ojos se van sin querer hacia Canseco y Landa
No está al alcance de cualquier zaguero el derechazo al rebote del 13-8. Lo conectó cerca del frontis, en el cuadro dos, y llevaba tanta altura y brillo que Landa prefirió dejarla botar en el nueve –sí, en el cuadro nueve– con la esperanza de tener sitio suficiente para meter el brazo de vuelta de la pared del fondo. No tuvo éxito la operación.
En el siguiente tanto, el 14-8, empalmó Canseco otro derechazo al que impidió caer en el ocho el baldío intento de volea del zaguero oiartzuarra mientras se impulsaba hacia atrás. Es cierto que lanzó una dos paredes de zurda con afán de gustarse y sin éxito con 19-8. A los 17 años algunos se atreven con todo. Calma.
También se lució el riojano en defensa, en dos o tres devoluciones de zurda de costado desde el nueve, con gas y altura suficientes para evitar el remate de Sánchez. Enseñó además su botivolea para impedir un rebote de Landa.
No rindió el zaguero oiartzuarra en la final al nivel estelar de la semifinal del Astelena. Con Canseco sobre la cancha, la dificultad aumenta. La velocidad de los peloteos fue mayor y se notó. Ahora bien, sus condiciones para jugar a pelota continúan intactas y en el mismo sitio. Su margen de progresión es tan largo como esos dos brazos interminables.
Oponerse a zagueros de la categoría de Canseco es la manera de crecer en este deporte. Parece en fase de corrección la tendencia al fallo que ha mostrado durante mucho tiempo el oiartzuarra debido a una sorda y desagradable pelea con el mal de manos. Necesita paciencia propia y fe inquebrantable de quienes le enseñan en Oiarpe y en Baiko.
Un Sarasibar ordenado y autor además de seis tantos, cinco de ellos de saque-remate, condujo a Canseco por la vía adecuada a la victoria, la que no tomó esta vez Sánchez.
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