Acostumbrado a los retos -cambio de zaguero a delantero, competencia joven y máxima...-, Erik Jaka afronta uno de los mayores desafíos de su carrera. ... Comparable a la obtención de un título manomanista que cambió su carrera como pelotari, tal y como confirma el fichaje por Baiko, necesitada de refuerzos y revulsivos para invertir una tendencia negativa de resultados. Las diez últimas txapelas oficiales han sido para Aspe. Es la mayor racha de una empresa desde que ambas iniciaron su cohabitación en la mano profesional.
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Erik Jaka viene a fortalecer flancos debilitados en Baiko. Por ejemplo, el del Manomanista y el del Cuatro y Medio, competiciones en las que los pelotaris de Aspe vienen copando puestos en las fases decisivas. Con Olaizola II retirado de ambos torneos y Bengoetxea VI en la recta final de su carrera, Urrutikoetxea figuraba casi en solitario al frente de una representación esperanzada en que Artola y Peña II recogieran el testigo a corto o medio plazo. La presencia del de Lizartza amplía ese abanico. De paso significa competencia entre los delanteros a la espera de reforzar de alguna manera su debilitada zaga.
No estamos ante ninguna OPA hostil. El máximo responsable de Aspe ha estado al corriente de esta operación desde su gestación. Fernando Vidarte es consciente de que el buen funcionamiento de esta convivencia entre empresas necesita mayor equilibrio del que existe en la actualidad.
Aspe, en realidad, tenía un problema: nueve campeones en sus filas. Bendito problema, pero problema al fin y al cabo. Más todavía en tiempos de pandemia y sin ingresos por taquilla. Los éxitos deportivos de varios de ellos carecían de la recompensa correspondiente, merecida y ganada sobre la cancha, debido a las dificultades económicas. La marcha de Jaka alivia esa situación y de paso abre la puerta a pelotaris que empujan desde abajo.
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