Las primeras veces no se olvidan
Olasagasti se estrena como goleador del primer equipo con un tiro seco desde 25 metros y cumple el sueño de todo canterano
Jon Ander Olasagasti debutó con el primer equipo de la Real en un partido de Copa, ante el Panadería Pulido, en la temporada 21/ ... 22, pero no se empezó a sentir un jugador de Primera División de verdad hasta que pasó por Vallecas un curso después. Fue en el coqueto campo vallecano donde jugó su primer partido de Liga con la Real que acabó en victoria.
Ayer cerró el círculo ante el mismo rival contra el que se hizo mayor y anotó su primer gol con el primer equipo con un tiro desde 25 metros de distancia que sorprendió a Cárdenas. Un disparo duro, con el empeine del pie izquierdo, ese que le ha posibilitado hacerse un hueco en la plantilla. Aprovechó que nadie salió a saltarle y no se lo pensó dos veces. Las genialidades surgen de esta manera. Sin darle demasiadas vueltas.
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Su mapa de calor Olasagasti se movió principalmente por zonas interiores, más orientado hacia la derecha. Pisó mucho campo rival e incluso área, pero también ayudó en defensa.
Su celebración fue la que hubiera protagonizado cualquiera que de niño soñara con marcar un gol con la camiseta de la Real ante su afición. Dicen que para que salgan las cosas lo primero que hay que hacer es imaginárselo. Seguro que Olasagasti se había puesto en ese escenario de manera recurrente cuando empezó a darle patadas al balón.
Fue el premio al gran partido que completó. Protagonizó una de las novedades en el once inicial por méritos propios. Está siendo el hombre de la Copa. Uno de los realistas más destacados ante el Jove, Conquense y Ponferradina. En días que faltó brillantez hizo de faro para que el equipo no se perdiera.
Queda libre en junio
Recuperó el balón en la jugada que desembocó en el gol anulado a Barrenetxea. Partió como interior derecho, pero se movió por toda la medular. No paró de correr para recuperar el balón, no evitó ningún duelo, y se ofreció en todo momento al compañero para dar continuidad a la posesión. No solo eso, además tiene mucho criterio a la hora de soltar el balón. Ayer lo volvió a demostrar encontrando socios sobre el terreno de juego y poniéndoles siempre en buena disposición para mantener el control.
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Jugó con mucha confianza, tanta que se atrevió a algún que otro virtuosismo en forma de ruleta dentro del área contraria justo antes de ser sustituido. Emuló a Zidane y casi le sale bien la acción. El donostiarra fluyó y el resultado fue el partido que jugó ayer. Uno brillante.
Olasagasti termina contrato en junio, ya es libre para negociar con cualquier club. Ayer demostró que tiene sitio en el equipo. Escribió una gran carta de presentación con la que poder abordar las negociaciones de una renovación. Gran actuación y gol inolvidable.
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