«Jugar la Copa del Mundo ha sido impresionante»

– Primera vez que competían en un mundial. ¿Cómo ha sido la experiencia?

– ¡Brutal! Jugar la Copa del Mundo ha sido impresionante. No sabía si iba a poder vivir algo así alguna vez, pero ha llegado la oportunidad y nos lo hemos pasado muy bien. También hemos aprendido mucho jugando contra equipos muy grandes y profesionales.

– ¿Cómo valora esa quinta plaza?

– Nos hemos enfrentado contra grandes selecciones. Han sido equipos muy duros, profesionalmente están mucho más preparadas que nosotras pero yo creo que les hemos hecho frente. Aunque igual podíamos haber hecho algo más, ha sido un resultado muy bueno. La valoración es positiva.

– ¿Qué ha sido lo más complicado?

– Lo que más nos ha costado ha sido creérnoslo, y cuando conseguimos eso empezaron a salir las cosas... Lo difícil ha sido eso, la confianza en nosotras mismas.

– Es un deporte que aspira a volver al programa olímpico en Los Ángeles 2028.

– Ojalá estar en unas olimpiadas, sería un sueño... O en el preolímpico... No es olímpico por ahora y es una pena. Es un deporte minoritario al que le restas importancia perdiendo la repercusión de los Juegos Olímpicos.

– Un deporte minoritario con un impacto mayoritario en su vida.

– Me gusta mucho. Me ha ayudado mucho además y el compaginarlo es lo mejor que puedo hacer. El día que no pueda compaginar mi vida personal con el sóftbol no sé qué va a ser de mí. Me sirve para evadirme. A raíz del deporte he encontrado nuevas amigas y he tenido la oportunidad de viajar muchísimo.

– ¿Se imaginaba llegar a jugar con la selección a ese nivel?

– Lo llamamos selección porque lo es pero deberíamos llamarlo equipo. No nos juntamos tanto como nos gustaría pero somos un muy buen grupo que hace que todo salga bien. Empecé con 9 años, ahora tengo 26. En Zarautz había un equipo antes y mi hermano jugaba allí, un día bajé a buscarle y el entrenador me dio la opción de probar. Empecé en enero y en febrero en mi cumple a mi madre ya le pedí un guante. Desde entonces, he pasado por distintos equipos, he vivido muchas experiencias y ha sido espectacular.

– Empezó a jugar en División de Honor con el Atlético San Sebastián. ¿Cuántos años tenía?

– Dieciséis. Éramos totalmente una piña. Ganamos varios títulos ligueros, Copas de la Reina, un Campeonato de Europa... Disfrutamos de muchos momentos importantes. Pasábamos mucho tiempo juntas, tanto entrenando como compitiendo, la verdad que era genial.

– En 2019 desaparece el equipo donostiarra y ficha por el Rivas, un equipo de Madrid.

– Sí, fue como subir el nivel, con más experiencias europeas, en un club muy profesional. Estuve tres años en Madrid, yendo y viniendo porque seguía viviendo aquí. De lunes a viernes estudiaba y entrenaba yo sola. Jugar allí implicaba eso...

– ¿Es lo que le lleva a decidir volver a casa y jugar ahora en el Orio Bate Bizkorrak?

– Claro. Estaba cansada de viajar y de entrenar sola un deporte de equipo. Me iba los viernes y volvía los domingos. En Orio he conseguido volver a disfrutar del deporte entre semana y en la competición. Creo que estamos consiguiendo muy buenos resultados. No hemos podido estar en los playoff pero estamos intentando luchar por estar en la Copa de la Reina. Mis compañeras han hecho todo tipo de cábalas. Han calculado cuantas victorias mas necesitamos, pero yo me alejo cuando hablan de esos temas. Me ponen muy nerviosa. ¡Estoy disfrutando mucho!