Laura Murua | Jugadora de bridge
«El que juega a bridge tiene una vejez más lúcida»Habla con pasión del juego de cartas con origen en Inglaterra que trata de impulsar en nuestro territorio, donde se empieza a abrir paso con ... torneos.
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– El bridge en las páginas de Deportes. ¿Por qué?
– Porque se equipara con el ajedrez. Está reconocido por el Comité Olímpico Internacional como un deporte mental; hay campeonatos del mundo y tiene una historia que se remonta siglos atrás. En España somos pocos los federados, unos cuatrocientos, pero en Francia se practica en colegios e incluso en las universidades.
– ¿Se podría decir que estimula la capacidad cognitiva?
– Es un juego de naipes que trabaja la memoria, la atención, la concentración, la toma de decisiones y la agilidad mental. La gente que juega a bridge tiene una vejez más lúcida porque mantiene el sistema neuronal alerta y crea nuevas conexiones que retrasan la atrofia y el deterioro cerebral que causa la edad. Hay otros juegos que tienen efectos similares en las neuronas como el ajedrez, pero el bridge es mejor opción porque es más social, se juega por parejas.
– Históricamente ha tenido un cierto aire elitista que ha retraído a más de uno.
– Eso es lo que trato de desterrar. En los países del Este, donde tiene mucho arraigo, el bridge se juega en las tabernas como aquí se juega al mus. Ese cierto aire pijo es erróneo. Lo único que hace falta es una baraja francesa, la de 52 cartas de picas, corazones, diamantes y tréboles, y ganas de aprender y disfrutar.
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– Porque se juega por parejas.
– Hay cuatro jugadores en la mesa a los que se denomina por los puntos cardinales: Norte y Sur, una pareja; y Este y Oeste, la otra. Las cartas se reparten en sentido horario. El objetivo del juego es ganar o cobrar bazas, o sea, cuatro cartas que cada jugador ha servido de su propio mazo, por turno de juego. Se reparten trece cartas por jugador. Quien juega la mano se denomina declarante. La primera parte del juego se llama subasta o remate. Hay que tratar de ganar al menos seis bazas y el declarante dice cuántas cree que puede lograr. En esta parte del juego, se compite a ver qué pareja propone el contrato de mayor altura. La última declaración válida es la que se toma como determinante.
– El declarante es el que determina lo que se llama palo de triunfo.
– El palo que otorga más puntos. Su compañero es el muerto, que pone las cartas boca arriba. Los otros dos dos jugadores son los defensores de la mano. En el carteo, que es la segunda parte del juego, es cuando se ponen las cartas sobre la mesa y el palo de triunfo le gana a los demás. En esta parte del juego es en la que se ganan las bazas. Una baza son cuatro cartas, una por jugador, con lo que hay trece bazas en cada partida. Cada jugador debe seguir el palo de su antecesor. Si no puede seguirlo, juega otro naipe. En cada baza se impone la carta más alta del palo de salida, a menos que la baza tenga cartas del palo de triunfo. En ese caso, gana la carta más alta del palo de triunfo. El jugador que gana la baza tiene la saluda en la mano siguiente, y se juega hasta completar las trece bazas.
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«El bridge se juega en las tabernas en Europa del Este como aquí se juega al mus. Hay que desterrar el aire pijo que se le ha dado»
– Y usted se ha decidido a impulsarlo en Gipuzkoa.
– De la mano de mi hermano Antón, que es tetrapléjico y al que se le ha abierto un nuevo mundo con el bridge. Pero no solo a él. Personas que por circunstancias de la vida no pueden practicar deporte o se sienten solas, en el brigde encuentran una pasión que les permite socializar. Cada partida puede durar tres horas y a veces hasta se quedan cortas. Queremos enseñar a la gente a jugar y vamos a impulsar cursos para que San Sebastián vuelva a ser el referente que fue desde octubre. Antes haremos un par de días de puertas abiertas, los días 23 y 30, en Aiete. No hace mucho organizamos un campeonato en Basozabal que fue un éxito. Mi madre y mi tía fueron campeonas de España. Estudiaban y estudiaban. Es un juego apasionante y que tiene mucho de humildad.
– ¿Por qué dice eso?
– Porque hay que tomar decisiones constantemente. El que empieza a jugar suele tener dificultades, cuesta hacerse, porque parece imposible que uno sea capaz de recordar las cartas que se van jugando. Con la práctica y el tiempo, la gente disfruta porque trabaja la memoria a niveles impresionantes y recuerda cada mano. Ser capaz de mejorar en algo en edad de jubilación es algo bestial.
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