«El deporte adaptado es también una forma de vida»

Errenteriarra de 41 años, Javier Camacho desborda ilusión y quiere contagiarla a toda la sociedad. Estudió Magisterio de Educación Física y posteriormente cursó un master en Psicología del Deporte. Actualmente está realizando otro master, on line, de Alto Rendimiento Deportivo. Es entrenador y responsable, junto a Ainhoa Arruti, de la sección de Deporte Adaptado del club Ostadar de Lasarte-Oria y colabora con la Federación Vasca como responsable técnico de boccia y slalom en silla de ruedas. También entrena a la sección de baloncesto del Bera Bera en silla de ruedas.

El deporte adaptado también forma parte de la campaña Kirolean Errespetuz, impulsada por EL DIARIO VASCO y que cuenta con el respaldo de la Diputación Foral de Guipúzcoa, con la diputada Goizane Álvarez a la cabeza, que nace con el objetivo de erradicar la violencia de los campos y fomentar el juego limpio y el respeto entre deportistas, familiares y personas relacionadas con el deporte.

Javier Camacho recuerda con emoción que «en septiembre se cumplieron tres años desde que me hice cargo del grupo de deportistas del Ostadar. Con los del Bera Bera comencé el año pasado, también en septiembre. Antes también compartí experiencias en otros clubes como el Dordoka, de 2018 a 2021. Y durante los tres años que estuve estudiando Magisterio de Educación Especial en Granada, en 2008, tuve mi primera experiencia con el slalom».

Reconoce que «comencé a entrenar a deportistas con discapacidad por vocación, pero también fue algo circunstancial. Conocía el deporte adaptado porque tenía amigos que colaboraban como voluntarios en pruebas de boccia y slalom. En Granada, un compañero de la Universidad me comentó un día que necesitaban gente en Aspace para organizar actividades deportivas con personas con discapacidad . No me lo pensé dos veces y tiré para adelante. No sé decir que no y, hasta hoy, aquí estamos».

Trabaja con un grupo de veinte personas. «Tenemos equipos de boccia, slalom en silla de ruedas y atletismo de ocio y rendimiento. Además organizamos pruebas de multikirolak y con nosotros también se entrena el surfista errenteriarra Ander Goenaga, que vive en Oiartzun. En verano se proclamó campeón de Europa y también fue cuarto en el Mundial. A la semana entrenamos entre 20 y 22 horas. El grupo de slalom lo hace una hora a la semana. En boccia depende de cada deportista. Al ser cuatro, dos lo hacen hora y media a la semana y los que compiten, casi dos horas. También se entrena con nosotros el hernaniarra Xuban Santín, que en 2022 se proclamó campeón de España y subcampeón de Europa juvenil de boccia. Muy pronto debutará con la absoluta».

Defiende que «estos deportistas tienen un mérito tremendo porque el esfuerzo que realizan para superar las dificultades y barreras que se encuentran no solo para entrenar, sino también a nivel organizativo. Sus familias también porque sin su apoyo sería imposible que los chavales practiquen deporte. Son ellos los que les traen a entrenarse, los que les llevan a los partidos. Este perfil de deportista tiene un grado de dependencia muy alto. Si no se entrenan más es porque no hay horas disponibles o no tenemos más personal. Carecemos de instalaciones propias y los recursos son escasos. No podemos contratar a más gente».

Camacho valora muy positivamente su capacidad de superación. «Para ellos, venir a entrenar cada día supone muchísimo. Es de los pocos espacios en su vida en los que se sienten protagonistas. Son conscientes a la hora de tomar sus propias decisiones y de asumir las consecuencias. Si se equivocan deben aprender a gestionar ese error. Para algunos, practicar deporte es lo más importante de su vida, su prioridad, su vía de escape», recalca.

«Hay quienes estudian en el instituto y cuando toca clase de educación física se quedan al margen del grupo porque no pueden hacer los mismos ejercicios que el resto –añade–. Les excluyen, se quedan a un lado. Les ofrecen otras actividades alternativas y eso es una atrocidad. Gracias al deporte tienen la posibilidad de viajar, de relacionarse con otros deportistas, entrenadores, árbitros y eso suma a su experiencia en la vida. Y si tienes nivel viajas al extranjero. Vives la experiencia de coger un avión, relacionarte con otras personas de otras culturas, de otros países. Es como vivir un vida plena y normalizada, como cualquier otro deportista».

Camacho incide en que «la campaña Errespetuz es tan importante como necesaria. Cada fin de semana se ven situaciones en los campos, sobre todo en el deporte escolar, muy desagradables. Hay insultos, agresiones. Pero también se dan imágenes en televisión. No es lógico que los padres se peleen en las gradas o que se insulte sistemáticamente al árbitro. Cada fin de semana se producen situaciones que no tendrían que tener cabida en el deporte y, además, no habría que darles tanta repercusión mediática. A los chavales se les inculca que lo más importante es ganar, aunque sea de cualquier forma, pasando por encima del rival si es necesario. Los padres están obsesionados con los resultados y eso no puede ser».