«Entre todos tenemos que dar ejemplo contra la violencia»
Conciencia ·
Iñaki Rica, presidente de la Federación Vasca de Rugby, cree necesario un cambio en la sociedad para evitar la propagación de conductas violentas en los camposDonostiarra del barrio de Igeldo, Iñaki Rica tiene 58 años. Estudió Derecho y actualmente se dedica a la transición energética. Está casado y tiene dos hijos, Oihan y Loik, de 22 y 19 años respectivamente, que juegan a rugby en el Atlético San Sebastián. En su juventud practicó equitación, hockey patines y artes marciales, concretamente Shorinji Kempo, pero curiosamente no tuvo contacto con el balón oval.
Lleva al frente de la Federación Vasca desde 2020 y no es ajeno a la proliferación de conductas violentas que, desgraciadamente, se vienen sucediendo en diferentes campos y en distintos deportes. «El problema de la violencia en los terrenos de juego tiene su origen en la falta de educación. Esos incidentes que se producen, lamentables, nos están demostrando a todos que no tenemos una sociedad educada en valores. El deporte, sobre todo en edades tempranas, tiene que ser un complemento a la educación», afirma.
Sus palabras tienen encaje en la campaña Kirolean Errespetuz impulsada por este periódico y que como objetivo sensibilizar en la promoción de las buenas prácticas en el deporte y el abandono de los malos comportamientos dentro y fuera de los terrenos de juego. La campaña cuenta con el respaldo decidido del Departamento de Deportes de la Diputación, federaciones y clubes guipuzcoanos. Kirolean Errespetuz dispone de una imagen de marca propia, que representa el gesto de una mano con el pulgar.
«Si la gente que provoca incidentes se mirase algún día al espejo, se daría cuenta de que su actitud es sonrojante»
«Lo importante no es cómo se golpea al balón o cómo se mete una canasta, sino la interrelación con los compañeros, el ecosistema humano en el que eres uno más –añade–. No cuenta sólo tú equipo, también importa el rival y, sobre todo, el árbitro, que es quién imparte justicia en el campo. Si no hubiera árbitros, habría problemas para disputar los partidos. Jugar es disfrutar, por lo que hay que priorizar la educación en valores sobre los propios contenidos».
Rica considera que «el respeto es un principio fundamental en la vida. Si yo no me siento a escuchar al de enfrente y no acepto lo que dice, mal vamos. Ves en la televisión o en el periódico las noticias de lo que pasa en otros campos, donde se increpa y se insulta al árbitro y te das cuenta de que la sociedad está enferma, que no está bien cimentada en principios y valores. Se habla de respeto, humildad, compañerismo, pero sobre todo hay que saber escuchar y aceptar al que es diferente. Esa violencia tiene su reflejo en algunos campos, sobre todo de fútbol».
Rica es partidario de «aplicar medidas correctoras cuanto antes. Recuerdo el fenómeno de los 'hoolligans' en Inglaterra. En aquellos tiempos, el primer ministro inglés, Toni Blair, que estudió Derecho en Oxford, hizo suyo el slogan 'educación, educación y educación' y lo puso en práctica para acabar con ellos. Es cierto que es otro mundo, pero viendo lo que está sucediendo en los campos guipuzcoanos no se puede caer en ese mismo error. A los chavales que vienen a jugar a rugby a nuestras escuelas de rugby lo primero que les enseñamos es a convivir con los demás. Se les inculca el respeto y el compañerismo. Ya tendrán tiempo después para aprender a placar o cómo pasar el balón a un compañero. Lo primero es el respeto. Y cuando finalizan los partidos, ellos mismos se encargan de dejar los banquillos y los vestuarios impecables. Deben respetar las instalaciones, a su propietario y al rival. 'Lo que yo ensucio no lo tienen que limpiar los demás'».
Coincide con anteriores interlocutores de esta campaña en que «cada vez los incidentes son más graves. No es normal ver a un buen número de aficionados increpando al árbitro entre el público. Los chavales que pitan lo hacen la mayoría por afición y el público del fútbol no puede convertirse en una cuadrilla de frustrados. Hasta aquí hemos llegado. Los comités de disciplina deportiva deberían ser mucho más severos a la hora de impartir sanciones. Es entendible que haya momentos de tensión en un partido, que haya una patada o un mal gesto, pero para eso está el árbitro para sancionarle con dureza».
Dar ejemplo en casa
La sociedad cada vez está más concienciada en luchar contra la violencia, pero aún así sigue produciéndose incidentes. «Si la gente se mirase al espejo, se darían cuenta de que su actitud es sonrojante. Esas tonterías que hacen en la grada delante de los hijos, como insultar al árbitro y gritarle lo único que provocan es que se sientan avergonzados. Los padres somos los primeros que tenemos que dar ejemplo».
Rica aclara que «a un campo, independientemente del deporte que sea, se va, sobre todo, a disfrutar, a pasar un rato entretenido. No puede ser que al minuto uno ya esté un energúmeno increpando al árbitro sin ni siquiera saberse las reglas del juego».
Y considera básico «que los padres eduquen a sus hijos, están obligados a ello. La educación se imparte en casa y los estudios, en el colegio. Esos valores que aprenden hoy podrán aplicarlos después en todas las esferas de la vida, tanto deportivo como laboral y emocional. Instintivamente, los chavales repiten lo que ven. Si son actitudes positivas las pondrán en práctica a lo largo de su vida».
Asimismo, cree necesario «dar ejemplo con nuestros comportamientos. Entre todos tenemos que poner nuestro granito de arena, con humildad. Hay que empujar todos juntos como si fuera una melé. El compañerismo es muy importante en una sociedad cada vez más individualista».