Un año que sirve de punto de inflexión

Este ha sido el año en el que han vuelto a disputarse carreras en la pista de arena. Fue el 12 de abril, cuando las condiciones meteorológicas obligaron a trasladar las carreras de la pista de verde. La gripe equina golpeó a la cabaña nacional a finales de primavera, y, a instancias de la Diputación de Gipuzkoa, el hipódromo se vio obligado a suspender una jornada que finalmente sí se celebró, después de que el Ministerio de Agricultura permitiese a los caballos moverse en territorio nacional.

La caída de 'Hardpia' en el María Cristina generó tensión entre los profesionales, muchos de los cuales han mostrado reiteradamente sus quejas por el estado de la pista, lo que caldeó el ambiente para el día de la Copa de Oro, el más señalado del calendario. 6,800 personas se dieron cita en una instalación que demostró no estar preparada para semejante afluencia. Los servicios de informática cayeron y un fallo en los cajones de salida derivó en el caos tras tener que suspenderse la cuarta carrera. El enfado entre los asistentes fue generalizado en una jornada en la que quedó patente la necesidad que tiene el hipódromo donostiarra de modernizarse.

El Ayuntamiento de San Sebastián, como propietario, e Hipódromo y Apuestas Hípicas de Euskadi, como actual gestora de la instalación, deben tomar nota de lo acontecido en este curso. Sin un plan conjunto de mejoras, se corre el riesgo de recibir el rechazo del sector, que ya amenaza con medidas de presión.

Cierto es que a veces resulta fácil catalogar las cosas con baremos que los posicionan en categorías polarizadoras. Todo blanco o negro, obviando las circunstancias, las particularidades, el contexto... Sin tener en cuenta muchos aspectos que dan sentido a lo que acontece. De ahí que el futuro deba construirse de una forma acorde con las características del hipódromo de San Sebastián, que con una gestión privada, no puede compararse con Madrid. Sin embargo, esto no debe exonerar a los gestores de ciertos compromisos con una instalación centenaria que en los últimos años ha sufrido un visible deterioro.

En lo deportivo, por fin un caballo ha igualado la hasta ahora inalcanzable gesta de 'Chacal'. 'Il Decamerone' repitió éxito de manera consecutiva en la Copa de Oro, un hito sólo al alcance del legendario campeón de Rosales. Tras un 2023 muy complicado, Óscar Anaya logró resucitar al caballo de Reza Pazooki, que intentó sin éxito el doblete en el Gran Premio de San Sebastián.

Allí resurgió un fabuloso 'The Way of Bonnie'. El veterano gladiador de Arizkorreta volvió a las pistas 300 días después para, en una exhibición de poder, retener su corona en la decana. El preparador donostiarra también se adjudicó la primera etapa de la Santander Cup con 'Souvenir d'Ecajeul', ganador del Critérium Internacional. Ambos han llevado el estandarte de la Yeguada Rocío, de nuevo líder de la clasificación de propietarios.

La Semana Grande también fue generosa para los profesionales donostiarras. Miguel Alonso se adjudicó el María Cristina con 'Lovely Diamond', propiedad de la cuadra Ulía, y Ion Elarre se llevó su segundo Gobierno Vasco con 'Grey Infinity', que causó la mejor impresión de la temporada. Guillermo Arizkorreta ha sido el entrenador con mejores números y Ricardo Sousa el jockey con un mayor número de éxitos, catorce, por los doce de un Janácek que ha sido el jinete con más ganancias.