Nadia Erostarbe: «Estoy contenta, pero me he quedado con las ganas de luchar por las medallas»

Las condiciones meteorológicas dieron un respiro y la organización pudo reanudar la competición después de tres días sin surf en Teahupo'o, pero en esta ocasión fue el mar el que no acompañó. No hubo rastro de las impresionantes olas que se pudieron ver en anteriores días ni tampoco del famoso tubo que se suele formar en las aguas tahitianas, condiciones que lastraron a las surfistas en hacer puntuaciones altas.

En la tercera ronda, en la que Erostarbe superó a la japonesa Shino Matsuda, ya se vio la tendencia que iba a tomar la competición. La guipuzcoana cogió dos olas rápidas para empezar a construir su puntuación y meter presión a su rival, que optó por esperar a mejores olas. Pero nunca llegaron. Erostarbe tenía una puntuación de 8,34 gracias a sus dos mejores olas (4,77 y 3,57) de las cinco que afrontó, mientras que Matsuda, con 2,67 en una sola ola, necesitaba una puntuación tan alta que era prácticamente imposible conseguirla en esas condiciones. Y así fue.

Cinco horas más tarde, ya entrada la madrugada en Gipuzkoa, Nadia Erostarbe se medía a Tatiana Weston-Webb por un hueco en las semifinales. En unas condiciones muy similares y sin tubo en las olas, que era a priori el elemento diferenciador y que más se iba a valorar por los jueces, la brasileña comenzó golpeando con una ola de 3,33 puntos y la respuesta de Erostarbe fue fallida (0,20).

Weston-Webb logró otro 2,67 para tener seis puntos en el balance global mientras que la zarauztarra no conseguía coger una buena ola con el ecuador de la prueba ya pasado. La primera buena ola de Erostarbe fue a ocho minutos del final. Se esforzaba en sacar provecho de cualquier movimiento surfeando olas muy pobres, y recibió la puntuación de 2,77, lejos todavía de su rival.

La brasileña sumó una ola de 4,5 puntos y se fue hasta los 8,10 totales, una puntuación considerable que Erostarbe trató de recortar con una buena ola que le dio 3,57. Sumados a los 2,77 que ya tenía le hacía tener 6,34, a menos de dos puntos de Weston-Webb. Necesitaba una ola de 4,6 para superarla, pero se cayó de la tabla en el último intento a minuto y medio del final. El resultado al final fue 8.10 de Weston-Webb a 6.34 de Erostarbe.

El sueño de las medallas se fue en esa ola final para lamento de Erostarbe, que no escondía que «estaba claro que quería más, me he visto tan cerca de las semifinales y de la lucha por las medalas que me quedo con esas ganas de pelear por ellas, pero estoy muy contenta con lo que he conseguido. Me llevo una experiencia increíble a casa, he hecho muchos nuevos amigos también y muchas gracias a las que habéis estado animando en casa».

Nadia Erostarbe volverá a Zarautz con un diploma olímpico en su debut en los Juegos Olímpicos y seguro que será recibida bajo la misma ovación que sus amigos y familiares le brindaron anoche cuando vieron a Erostarbe acceder a los cuartos de final.