Oyarzabal se disfraza de héroe en Miyagi

El partido cogió rápido el guion esperado. España monopolizó la posesión y generó situaciones lo suficientemente claras como para derrotar antes a Costa de Marfil, pero la falta de acierto atrasó el alegrón. Una fiesta que comenzó con doble desgracia. Mingueza se volvió a romper y se queda fuera para todo el torneo mientras que el conjunto africano fue el primero en golpear. Mediante una jugada a balón parado los costamarfileños sacaron petróleo. Pau Torres fue incapaz de defender a Eric Bailly, que necesitó la ayuda del español para meter el cuero al fondo de la red, llorando y con intriga, el primero de la tarde. Tocaba remar en aguas bravas, al más puro estilo Maialen Chourraut. Es entonces cuando aparecieron los tres jugadores de la Real, que de la mano de Pedri hicieron carburar a España. Zubimendi jugó por dentro con Oyarzabal, que de taco dejó a Merino solo ante Eleizer, pero el disparo del navarro se marchó arriba en la jugada más brillante de todo el torneo. Label txuri-urdin. Así llegó el empate, con Merino de ejecutor. El pamplonés dibujó un buen pase a Olmo, pero se interpuso Singo, que sin querer, dio una asistencia al español. El africano cedió con el pecho tratando de jugar con Eleizer, pero Olmo fue el más listo de la clase para meter la pierna y firmar la igualada. Ya llovía menos.

España mejoró aún más y llegaron ocasiones como para hacer el segundo. Un tanto que consiguió hacer Oyarzabal, aunque en posición antirreglamentaria. Miranda le sirvió un balón en bandeja para que el txuri-urdin rematara de primeras. El VAR confirmó que el tanto era ilegal, pero Oyarzabal ya dejó pinceladas de lo que iba a hacer después.

El paso por los vestuarios no condicionó a los de Luis de la Fuente, que fueron mejores durante el encuentro. Pero Costa de Marfil, con un veterano y trotamundos como Gradel (33), aprovechaba las pérdidas españolas para generar contraataques peligrosos que obligaron a aparecer a Unai Simón. Mientras, tras una jugada de pillo de Merino, Asensio estampó un misil en el larguero. El encuentro entró en una fase de toma y daca en el que la estocada fue africana. Gradel recibió en el costado izquierdo, encaró a Vallejo y disparó cruzado, con la mala suerte de que tocó ligeramente en el jugador del Madrid para que el cuero pasara por debajo del sobaco de Simón. Era el 90 y la favorita al oro se marchaba a casa en cuartos. Pero las defensas africanas siempre dejan regalos.

Tras el gol marfileño, Rafa Mir, que estaba calentando en la banda, enfiló hacia el banquillo incluso sin que De la Fuente le llamara para ingresar al campo. Se metió él mismo en el partido y como si estuviera tocado por una varita obró el milagro. Un balón llovido ante la mirada de cuatro jugadores costamarfileños que dejaron botar la pelota, además de la incapacidad para despejar de Kouassi primero y Bailly después, fueron demasiadas facilidades para Mir. El delantero metió la izquierda para superar a Eleizer dos minutos después del tanto de Costa de Marfil. Prórroga y España venía lanzada.

Mir empató en el 92 tras el gol de Gradel en el 90 y Oyarzabal puso tierra de por medio de penalti

Como suele pasar en los tiempos extra, los empatados suelen ser incapaces de rehacerse del golpe. La Rojita metió una marcha más y empató de penalti tras una mano de Bailly señalada por el VAR. Y como no podía ser de otra manera, el especialista volvió a ser infalible. Mikel Oyazabal cogió el cuero, lo colocó con mimo en el punto de penalti y engañó por completo a Eleizer tras el habitual saltito antes de golpear. El africano la sigue buscando. España se puso por primera vez por delante en el 97' y cerró los cuartos a lo grande.

Un desmarque casi sin aliento de Oyarzabal generó el cuarto. Olmo condujo con maestría y asistió a Mir para que fusilara por el palo largo. España estaba en semifinales pero quedaba la manita. Y Oyarzabal volvió a brillar con luz propia. El realista armó una transición, se marchó dejando correr el balón de dos defensores, realizó un recorte con el taco y asistió a Mir, que ya se relamía pensando en su hat-trick. «Métela tú que a mí me da la risa», pensaría Oyarzabal. España pudo doblegar a Costa de Marfil y se medirá a la Japón de Kubo el martes a las 13h. Pueden ser plata o bronce, pero vinieron a por el oro.