El GBC cae con las botas puestas

La empresa ya era de por sí complicada. No había más que ver al banquillo del cuadro donostiarra. Motos, Carlson y Vrankic sentados sin poder echar una mano. El playoff es esto. Y físicamente, la mala suerte ha navegado por el Urumea y no por el Arlanzón. Tres jugadores importantes, Vrankic el último en caer, que tenía el brazo en cabestrillo, y que fue el mejor junto a Oroz en el cuarto encuentro.

Se notó que el partido era el quinto de una serie. Pasaron más de tres minutos sin anotar por parte de ambos equipos. El ruido era ensordecedor, parecido al de aquella imborrable noche del 23 de mayo de 2006. Cada fallo del GBC era como el txupinazo de las fiestas patronales. Desenterró el hacha de guerra Barcello, le siguió Oroz para que el GBC empezara liderando el choque, 4-7. Fue Caio Pacheco quien estuvo más atinado en las filas del Tizona, con ocho puntos, para que el viejo pabellón castellano se viniera abajo. La defensa del equipo donostiarra rayaba la excelencia y además apenas se dejaba coger rebotes en ataque. En ataque tuvo las cosas más claras que su rival, lo que le dio unas primeras ventajas que llegaron hasta el 18-24 (min. 13), tras un triple de Ander Martínez y tres tiros libres de Zubizarreta.

Sin embargo llegó el momento de lucidez del Tizona, que hasta ese momento había estado hibernando por la gran defensa de los de Odriozola. Encadenó tres triples consecutivos para darle la vuelta al luminoso y los decibelios de El Plantío parecían los de La Cartuja, con AC/DC sobre el escenario, 28-25 (min. 25).

Paró el partido Mikel Odriozola, ajustó un par de detalles, no se arrugó tras la primera canasta de Thiam y desde ahí hasta el final del cuarto, el GBC endosó un 3-13 de parcial a los burgaleses con su quinteto inicial en pista y un último rebote en ataque con canasta de Ansorregi, 34-38, al descanso.

El inicio de la segunda mitad fue un calco al del inicio. El aro se encogió. Era un dedal. El ambiente y el ruido ensordecedor le daban un componente épico a cada ataque. Parecía un PAOK-AEK en Tesalónica. Un triple de Savkov dio aire al GBC pero a partir de ahí no encontró canasta. Sí lo hizo el conjunto de Ocampo que poco a poco cogió al Gipuzkoa Basket en el marcador con un palmeo de Parrado, tres tiros libres dudosos de Jofresa y el triple de Horton que dio la máxima a los castellanos, 50-45 (min. 27).

Cuando hay doce jugadores es mucho más fácil repartir las faltas. Cuando hay ocho, como en el caso del GBC, el luminoso va recordando que los jugadores se pueden cargar más rápido. 'Zubi', Aurrecoechea y Savkov, tenían tres en ese momento. El equipo de Odriozola se agarraba al choque desde el tiro libre porque el nivel de faltas de Tizona era el habitual, con muchas manos. Marcius sacó varios tiros libre pero el éxtasis llegó a El Plantío con un triple de Horton al acabar el tercer cuarto, 57-50.

Poca renta fue meter un triple, Savkov, en los primeros cinco minutos porque el público daba alas a los burgaleses que emepzaron a inclinar el partido, con una canasta de Parrado que puso la máxima, 63-53 (min. 35). Barcello y Aurrecoechea acercaron al equipo a base de tiros libre y Ansorregi les puso a tiro, 66-62 (min. 37). A partir de ahí el Tizona quería escaparse y el GBC no le dejaba, 72-69, tras dos tiros libres de Barcello (min. 38). Dio Saint-Súpery, respondió Oroz y Pacheco puso lo que parecia la sentencia, 76-70 a 32 segundos. Pero Savkov clavó tres tiros libres para meter el miedo en el cuerpo a los de Ocampo. Perdieron al bola y la última, la que podía ser la del empate, se le escurrió al Pistolero.