Con McFadden en tu equipo, es más fácil

El Acunsa GBC fue venciendo por 16 puntos y jugó de tú a tú al Burgos después, pero se quedó sin aire en el tramo final y claudicó ante el escolta

Domingo, 27 de septiembre 2020

Una semana después, el Acunsa Gipuzkoa Basket realizó un partido muy parecido al de su estreno en la liga ante el Real Madrid. Comenzó ... muy bien. Muy suelto y con un acierto en el lanzamiento altísimo, lo que le dio para alcanzar 16 puntos de ventaja. Esa brecha se fue paliando poco a poco, merced a que el Burgos metió una marcha más, sobre todo al ataque, y a que el aro se iba empequeñeciendo en los ataques guipuzcoanos. Sobresalió la figura de Thad McFadden, primero acompañado por Horton y después como estrella en solitario. Con él en tu equipo, es más fácil. El Burgos se distanció en el último periodo cuando cogió una renta de diez puntos. Y el Acunsa GBC no pudo darle la vuelta al marcador. Ni tan siquiera inquietó al conjunto castellano, que vivió unos plácidos minutos finales. Al menos, el sábado pasado los de Nicola tuvieron un triple para meter miedo al Madrid, pero este domingo en el Coliseum de Burgos el partido acabó sin sobresaltos para el Burgos.

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La diferencia entre los dos equipos es evidente y palmaria. En apenas dos días, el San Pablo Burgos, que fue semifinalista de liga la pasada campaña, va a jugar la final a ocho de la n. Mantiene el bloque del año pasado y tiene jugadores con muchos ceros en la nómina a final de mes. Uno de ellos, Thad McFadden, logró paliar en el segundo cuarto la ventaja del Acunsa y en el de la verdad dio la ventaja definitiva a los visitantes con dos triples consecutivos.

Esos diez puntos son los que hacen jugar con más ansiedad al equipo que va por debajo y penalizan cada error. Eso le ocurrió al GBC, que sigue demostrando que es capaz de competir, pero que se ha quedado con una marcha menos que su rival en los instantes de la verdad. Esa marcha, por ahora y lo va a seguir siendo a lo largo de la temporada, son los euros.

Aliados con el acierto

El Gipuzkoa Basket arrancó con un acierto sideral. Cada lanzamiento iba dentro y daba la sensación de que cuando un jugador del GBC se levantaba la iba a meter. A partir del 7-7 (min. 3), el Acunsa logró un parcial 16-0, con ocho putos de Dee, seis de Magarity y dos de Echenique, que obligó a Peñarroya a ir variando sus jugadores para encontrar algo con que contrarrestar el tsunami ofensivo guipuzcoano. Lo fue encontrando poco a poco y el GBC también sufrió con las rotaciones, que no dieron el nivel de acierto del quinteto inicial. Acabó el primer cuarto con nueve de ventaja, 29-20, gracias al cuatro de seis en los triples del Acunsa GBC y a las ocho pérdidas de los burgaleses.

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Sin embargo, Peñarroya dio con la tecla situando a McFadden y Horton en pista. De los 21 puntos que hizo el Burgos en el segundo cuarto, 20 fueron obra de ellos: once del escolta y nueve del interior. La defensa guipuzcoana no pudo frenarles y el ataque se topó con el hierro de la canasta. Apenas hubo tiros claros y ni Faggiano ni Span encontraron clarividencia en el ataque. Un triple de McFadden, quién si no, puso por primera vez a los castellanos por delante, 40-41 (min. 19), aunque una canasta de Pere Tomás en la última posesión devolvió la ventaja a los guipuzcoanos, 42-41, al descanso. En el segundo cuarto las muñecas se oxidaron y el GBC firmó un uno de ocho en triples. Dee fue el único que vio la luz desde fuera, ya que el resto de puntos salieron de las manos de Echenique y Okouo, a excepción de la última de Tomás.

Vitor Benite, casi desaparecido en la primera mitad, anotó cuatro puntos tras la reanudación para dar una mínima ventaja a los visitantes. Llegó la primera canasta de Span en su noveno tiro y después Magarity, junto con Okouo volvieron a dar una mini renta al Acunsa GBC, 54-50 (min. 26). El cuadro de Nicola había respondido bien al intento de los burgaleses de despegarse y el choque estaba en el alambre. Lo inclinó un poco Alex Renfroe, desde la dirección y asistiendo. La defensa guipuzcoana le concedió su lado izquierdo, y como zurdo que es, rompió por ahí bien para anotar bien para pasar. Se corrigió en los instantes finales y los tiros libres de Okouo y Radoncic, uno para cada uno, dejaron el partido para definirse en el cuarto final, 56-59 (min. 30).

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McFadden no perdona

Los euros a los que nos referíamos anteriormente se personificaron en Thad McFadden, uno de los cañoneros que tiene en nómina Joan Peñarroya. El de Michigan hizo dos triples seguidos en un abrir y cerrar de ojos que desnivelaron el marcador, 56-66 (min. 32). Tocaba remontada. Esto es la ACB y la clase y puntería cuestan mucho dinero. El que tiene el Burgos, uno de los proyectos más emergentes en los últimos cursos. El Acunsa era incapaz de hacer un parcial a favor para ponerse a tiro de su rival. Sí palió la ventaja tras tres triples consecutivos de Span, Magarity y Dee, 65-72 (min. 35).

Hubo un par de buenas defensas guipuzcoanas, Dee tuvo una bandeja para apretar, pero volvió a salir McFadden con su muñeca para poner otra vez los diez de ventaja. A partir de ahí, entre Horton y, sobre todo, Jasiel Rivero no permitieron que el GBC entrara en partido. Tampoco el ataque de los de Nicola tuvo al acierto del inicio y entre Echenique, tres tiros libres de Magarity y Faggiano maquillaron el 77-90 final.

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