Iván Aurrecoechea, el último bailarín de claqué
El pívot del Gipuzkoa Basket brilla en este arranque de curso y su juego recuerda al de los grandes dominadores de la zona, algo casi extinguido
Iván Aurrecoechea es un rara avis en esto del baloncesto. Un superviviente de una época pasada. Es el último vestigio de una estirpe de jugadores ... cuyo hábitat circunda lo que es la pintura, la zona, y que son por un lado terminadores y por otro protectores de lo que pasa en el propio aro. Su historia no ha sido fácil y disfruta ahora de una titularidad y de unos números que le ponen como uno de los mejores pívots de la LEB Oro.
Lo fue con sus doce puntos y siete rebotes de media la temporada pasada en el Albacete y en los tres primeros partidos con el Gipuzkoa Basket lo ha corroborado. Sus veinte puntos y nueve rebotes -aunque viendo el partido le 'fumaron' como a Kubo un par de rechaces más- propiciaron asaltar Pumarín, donde parece que pocos equipos van a ganar este año.
Aurrecoechea vive a sus 27 años un momento de madurez y parece que ha llegado al GBC en un momento perfecto. Para el que no le haya visto jugar estamos hablando de un David Doblas 2.0. Un jugador que llega quince años después del que fuera capitán y estandarte del Gipuzkoa Basket. Rememora a otro tipo de baloncesto porque brilla en una de las suertes que parecían perdidas: el juego de espaldas. Con los 24 segundos de posesión, el mayor acierto y puntería desde más allá de la línea de tres, ha hecho que el juego donde los grandes dominaban otrora tienda a desaparecer.
Sin embargo el pívot de Torrejón de Ardoz demuestra que todavía hay cabida para los bailes de salón. Mueve los pies a la velocidad del diablo -que se lo digan a Hall, el poste del Oviedo, que aún le busca por Pumarín- a lo que una gran fuerza y un buen toque de muñeca final. Los rectores del GBC querían «un jugador que generara desde el poste» y han encontrado al indicado.
Aurrecoechea mide 2,03 lo que le hace tener esa velocidad necesaria antes defensores más altos y sobre todo pesados. Realiza la continuación del bloqueo a gran velocidad pero donde saca partido muchas veces es del juego al poste. Si tiene espacios, normalmente el balón acabará en un tiro o sacará una falta, si va un defensor a atosigarle, esto quiere decir que algún compañero de Aurrecoechea estará libre para tirar. Ahí estriba su valor. ¿Me dejas? Te martilleo dentro. ¿me haces un dos contra uno? Saco el balón fuera.
Además, a todo esto el madrileño es un voraz reboteador. En los tres encuentros que lleva jugados con el GBC sus medias son de 11,3 puntos y 6,3 rebotes en 23 minutos de juego. Solo ha fallado cuatro de los 17 tiros que ha intentado y el domingo pasado se fue con un inmaculado ocho de ocho en los tiros de dos puntos. Sí, casi todos cerca del aro, pero ante los jugadores más altos y poderosos del equipo rival.
México, Chile, Islandia...
Iván Aurrecoechea, que el próximo mes cumplirá 28 años, comenzó a jugar a baloncesto a los cinco años en las categorías inferiores del Basket Torrejón. Fue reclutado por el Estudiantes con el que jugó en Liga EBA en 2013 antes de jugar en LEB Plata con Guadalajara. Después hizo las maletas para entrar en la Canarias Basketball Academy antes de cruzar el charco donde completó su formación con dos años jugando para la universidad de Nuevo México donde promedió once puntos y cinco rebotes.
Antes de que se enrolara la pasada temporada en el Albacete, pasó dos años por Islandia acreditando grandes números y disputó los playoff por el título en la liga de Chile en el verano de 2022. Una carrera que nace en Madrid, pasa por Canarias, Estados Unidos, Islandia, Chile, Albacete y que ahora está en Donostia. No será difícil que el juego de Aurrecoechea encandile a la afición. Tras su excelente carta de presentación ahora le queda instalarse entre los mejores interiores de la liga. Y este viernes tendrá una buena prueba de fuego ante un jugador de características similares a él, como Jorge Bilbao, y ante el poderío físico de Joey van Zegerem y Osas Ehigitor, los interiores del Fuenlabrada. El viernes a las 20.00 horas es un buen día para bailar y en el Angulas Aguinaga Arena, hay un bailarín de claqué.
El drama de los descendidos
En las tres jornadas disputadas la tónica general ha sido la igualdad en esta LEB Oro que tiene a Coruña -que está en toda las quinielas para ser un candidato al ascenso tras incorporar a los dos exGBC Goran Huskic y Beqa Burjanadze- y Ourense como únicos equipos que no conocen la derrota. Sin embargo, lo que nadie esperaba es el arranque de los dos conjuntos que han descendido de la ACB.
El Fuelabrada, rival de los donostiarras el viernes, ha ganado un partido y el Betis es colista en solitario y único equipo que aún no conoce el triunfo. Habría que tirar de hemeroteca para comprobar en qué temporadas los dos cuadros que descienden de la Liga Endesa han tenido un arranque tan titubeante.
Ni mucho menos se le plantea un encuentro sencillo al GBC ante el equipo del sur de Madrid que tiene a jugadores contrastados como Tomás Bellas, Edu Durán, Petar Aranitovic o Tanner McGrew. Los madrileños esperan remontar el vuelo y si caen en el Angulas Aguinaga quizá empiecen los nervios. Por parte del equipo de Mikel Odriozola el choque será una buena prueba de refrendar el gran partido en Oviedo, aunque contará con la baja por lesión de Ander Martínez.
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