Nations League

La selección aguanta para ser campeón

Le Normand fue esta vez el único realista presente en el once inicial de Luis de la Fuente. Merino saltó al campo en la segunda mitad y Zubimendi se quedó nuevamente sin minutos. El seleccionador quedó satisfecho con el rendimiento del francés en su estreno como internacional ante Italia y volvió a confiar en él de salida frente a los croatas. El de Haro no modificó la línea defensiva y apostó por los mismos cuatro hombres que en la semifinal.

Donde sí que introdujo cambios fue en el centro del campo. Sacrificó a Merino, que cuajó una gran actuación el jueves contra Italia e introdujo a Fabián en el doble pivote junto a Rodri. Además, apostó por Asensio en el costado derecho por Rodrigo Moreno, mientras que alineó nuevamente arriba a Gavi, a Yeremy y a Morata.

El central txuri-urdin demostró una vez más una naturalidad inusual en su segundo encuentro internacional para desempeñarse en el centro de la zaga. Esta vez fue Kramaric la referencia ofensiva del rival, aunque este, a diferencia de Immobile hace unos días, mostró más movilidad en una zona en la que también aparecían Ivanusec y Pasalic.

Los balones largos y los centros al segundo palo fueron las principales amenazas de la selección ajedrezada en ataque. Kramaric trató de buscar las cosquillas a la espalda de Le Normand y Laporte aprovechando la altura avanzada de la línea defensiva española. El delantero del Hoffenheim se plantó ante Simón pasados los veinte minutos de juego después de un desplazamiento lejano de Sutalo y la intervención de urgencia de Laporte impidió que pudiera probar el disparo.

Dalic era consciente de la debilidad de Navas y Alba en la defensa de los centros laterales y ordenó a los suyos explotar esta circunstancia para que Perisic y Pasalic atacaran al segundo palo. Afortunadamente para España los remates de cabeza de los croatas no encontraron portería.

Antes, Gavi había dispuesto de una gran ocasión en una acción parecida a la que había dado origen al gol de Yeremy ante Italia. El futbolista del Barça consiguió robar un valioso balón en las inmediaciones del área rival y él mismo se encargó de finalizar una jugada propicia de gol con un disparo que se marchó muy cerca del poste derecho de Livakovic.

Le Normand trató de ayudar en la construcción ante una Croacia experta en dejar el peso del partido al oponente para castigar luego al más mínimo error. De la Fuente insistió al bretón en que condujera con balón para generar opciones de pase, a la vez que este se concentraba en asociarse con un aliado. El realista combinó envíos largos y cortos en función de la presión rival.

No se le vio tan cómodo como en su debut, aunque esta vez sí que le permitieron subir a rematar las acciones a balón parado. Fue objeto de penalti después de que Erlic le zancallideara de manera inocente dentro del área. Zwayer, el árbitro alemán, no quiso saber nada de la jugada y pitó el final de la primera parte.

Tan inocente como Erlic se mostró el ataque español. Asensio, Morata y Yeremy apenas inquietaron a la zaga croata. Los desdoblamientos de Alba generaron algo de inquietud en la zaga rival, porque ni el jugador del Villarreal ni el del Real Madrid lograron desbordar a sus marcadores en ningún momento.

De la Fuente trató de activar la parcela ofensiva pasada la hora de juego dando entrada a Joselu y Ansu Fati, pero ni aun así estuvo más cerca del gol la selección. A 12 del final Le Normand se retiró del campo por culpa de unas molestias físicas, a la vez que Merino ocupaba el lugar de Fabián.

El navarro entró al campo con la clara directriz de pisar área rival, más allá de sostener la posición en el centro del campo. Precisamente una de sus llegadas fue detectada con precisión por Alba. Merino levantó la mirada y envió un pase hacia atrás a Ansu Fati. Ya se cantaba el gol con Livakovic superado, pero Perisic salvó in extremis en el 85.

España acabó mejor un partido que se marchó irremediablemente a la prórroga. El balón era para los de rojo, mientras los de azul esperaban replegados en su territorio en busca de un contraataque. Olmo, Asensio y Ansu Fati desperdiciaron buenas ocasiones en el tiempo extra, pero finalmente fueron los penaltis los que decidieron el título. Ahí surgió la figura de Unai Simón. El portero del Athletic detuvo dos lanzamientos a Majer y Petkovic. Laporte desperdició el primer match ball, no así Carvajal, después de que Merino hubiera materializado su penalti con maestría.