«El Mundial nos va a trastocar mucho, a la Real Sociedad, a mí y a todos»

Amable, gentil y dicharachero. Así salía Unai Emery Etxegoien (Hondarribia, 1971) de la puesta de largo de 'Bi on be', un proyecto transfonterizo que trata de estrechar lazos a través del deporte entre Euskadi, Navarra y Nueva Aquitania. «Sin problemas», dice cuando se le solicitan unos minutos para preguntarle sobre fútbol. «Soy suscriptor de EL DIARIO VASCO, tengo que enterarme de lo que pasa aquí», confiesa.

– ¿Puede tener días libres un entrenador de Primera división?

– Cada uno tenemos nuestro perfil de lo que hacemos en verano. Mira, yo no me voy dos semanas a las Maldivas, por ejemplo, porque me aburro. Aquí hago cosas que no hago en todo el año. Vengo a Hondarribia, estoy con la familia, con los amigos, aprovecho para hacer cosas personales en Madrid...

– No me diga que se pasa el verano sin desconectar.

– Bueno, he cogido el hábito de ir a Palma de Mallorca, que sería eso que te decía antes del retiro en Maldivas. No es solo descanso sino que hay llamadas, reuniones y estar pendiente de las cosas. Pero hay ciertas cosas que en vacaciones me han marcado mucho como disfrutar de las fiestas de tu zona.

– Las de Hondarribia le pillan ya con la Liga empezada.

– Eso es. Como casi nunca puedo estar, a las que intento no fallar es a los San Marciales de Irun. Procuro estar esos días aquí.

– ¿Va a trastocar mucho a los entrenadores que este año el Mundial se vaya a celebrar entre noviembre y diciembre?

– Sí, no tengo duda. Empezamos la Liga prácticamente en las mismas fechas pero enseguida vamos a empezar a jugar partidos de Europa y se va a llegar al parón de noviembre con unos catorce partidos de Liga, seis de Europa y alguno de Copa.

– Siga.

– Me trastoca a mí, a la Real, supongo, y a todos los equipos. Lo único que está en nuestras manos es tratar de adaptarnos. Así está establecido y cuanto mejor los afrontes, estás más preparado.

– ¿Ha sido un premio o un disgusto para el Villarreal clasificarse para la Conference League?

– Lo que hemos vivido en Europa el año pasado con el título de Europa League y con la Supercopa ante el Chelsea da la consecuencia de estar en Champions, y llegar a semifinales es un recorrido muy potente de reconocimiento, de valor y de sacrificio. Y esto, hablo del sacrificio, se ha traducido en la Liga donde no hemos podido estar dos o tres posiciones más arriba, que significaban el objetivo ambicioso que teníamos.

– Perdone, no se puede considerar un caramelo amargo la Conference porque otros ni siquiera lo tienen, ¿no?

– Claramente, en estos dos últimos años Europa ha sido nuestro principal camino, reconocimiento y valor. Opino que la Liga es lo más importantes excepto en momentos, y esos dos momentos los hemos vivido en Europa. Con lo que llegar a la Conference es un premio europeo para el año que viene, el mínimo de los tres que había, pero queríamos estar en Europa otra vez. Con lo que supone ese desgaste de los dos últimos años en Europa, tenemos que estar muy satisfechos de lo que hemos hecho y, a la vez, aceptar lo que tenemos ahora.

– Desde fuera, ¿cómo ve la salud del fútbol guipuzcoano?

– Lo veo muy bien. En Primera estamos de entrenadores Imanol (Real), Julen Lopetegui (Sevilla), Andoni Iraola (Rayo) y yo. Además le podemos sumar a Jagoba (Osasuna) que aunque es de Berriatua tiene el ADN Real Sociedad por todos los años que ha pasado en Zubieta. Además, en cuanto a clubes y equipos, considero que el territorio está muy bien posicionado.

– Continúe.

– Nada más salir de la charla he estado hablando con Fernando Barrena, consejero de la Real, y recordábamos los tiempos en los que yo iba a Atotxa. Éramos 12.000 en aquel campo y ahora mismo han tenido que frenar las altas de socios y plantarse en 37.000 porque no caben más. Eso es lo que me encuentro cada vez que voy a jugar a Anoeta. Gipuzkoa a nivel futbolístico es Real Sociedad y los demás queremos tener un sitio ahí. El Eibar, a pesar del no ascenso de este año, creo que se ha hecho un hueco muy bueno ahí y el Real Unión tuvo en la historia un lugar muy bueno y ahora estamos en uno bueno. Aunque podemos pelear por mejorar.

– Están realizando un trabajo importante en la comarca.

– Esa es nuestra intención. Si hablamos de la comarca del Bidasoa, de lo que no supone ni Real Sociedad ni Eibar, el Real Unión debe estar presente. Lo extendería a la zona de Errenteria, de Pasaia, de Lezo... También con sus clubes por supuesto, pero el Real Unión debe tener capacidad para encontrar acomodo para la siguiente hornada de futbolistas que no tienen hueco en la Real Sociedad. Eso es el proyecto que la familia Emery quiere hacer, que es largo, con la implicación del Ayuntamiento de Irun de la comarca del Bidasoa entera y, sobre todo, el apoyo de ciertos patrocinadores que son necesarios para que todos sumemos.

–¿Mantiene recuerdos de su etapa de blanquiazul?

– La Real es el pilar del fútbol guipuzcoano y yo sigo mi trabajo, mi camino que emprendí aquí en Hondarribia y luego en la Real, que, durante diez años, me dio un aprendizaje muy grande para cómo sentirme futbolista, cómo vivir el fútbol y fue una base para lo que estoy siendo ahora como entrenador. Todo lo que son valores, sentimientos y conocimientos los desarrollo ahora en el Villarreal con mucho orgullo, pero siempre recordando esto.

– Cuatro títulos europeos después, habiendo entrenado al PSG o al Arsenal, ¿sigue siendo el mismo?

– Creo que sí. Lo resumía Txema Olazabal en la charla, me ha encantado lo que ha dicho. Aquí, él es 'Txema'. Yo cuando vengo a casa soy 'Unai', no 'Unai Emery'. Y ha llegado a lo que es por trabajo. Ahí me siento reflejado.

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