Juanma Lillo ficha por el Al Sadd de Catar
El exentrenador de la Real deja de ser ayudante de Guardiola en el Manchester City y será el técnico titular del antiguo equipo de Xavi
Entrenador de la Real en su momento más convulso, profundo conocedor del juego, excelente polemista y correligionario ideológico de Marcelo Bielsa y Pep Guardiola, Juanma Lillo deja de ser el ayudante del catalán en el Manchester City para ser el primer entrenador del Al Sadd de Catar, el antiguo club de Xavi Hernández. Lillo toma el relevo en el banquillo de un exjugador realista, Javi Gracia.
El tolosarra, de 56 años, explicaba ayer los motivos de su marcha de Inglaterra, tras ganar la Liga. «Mi etapa en el Manchester City ha sido uno de los periodos más agradables de mi carrera. Trabajar junto a Pep, su cuerpo técnico y este grupo de jugadores ha sido un placer y espero haber contribuido de alguna manera al fantástico éxito que hemos disfrutado sobre el césped». A la de esta temporada, Lillo añade en su palmarés otra Premier y una Copa de la Liga. El director deportivo del Manchester City, el también exrealista Txiki Begiristain, afirmó que la aportación de Lillo en los buenos resultados del equipo «ha sido evidente» en sus dos temporadas.
Desde el Amaroz, al que empezó a entrenar con 17 años, y el Tolosa, que dirigió en Tercera con 20, la carrera de Lillo es un mapamundi: Mirandés, Leonesa, Salamanca (donde lanzó su carrera con un ascenso a Primera con 29 años), Oviedo, Teruel, Zaragoza, Murcia, Sinaloa (México), Real, Almería, Millonarios y Atlético Nacional (Colombia), Vissel Kobe (Japón) y Qingdao Huanghai (China) fueron testigos de su magisterio. Fue asistente de Jorge Sampaoli en la selección de Chile y de Guardiola en el City.
Lillo llegó a la Real en abril de 2008, con el equipo luchando por el ascenso y el club sumido ya en la vorágine destructiva que a punto estuvo de llevarse por delante la institución. El descuento del partido de Vitoria, en la penúltima jornada, donde el Alavés remontó un duelo que la Real ganaba en el minuto 90, impidió el ascenso. Dirigió al equipo la campaña 2009/10, en la que no logró hacerle despegar pese al fichaje del 'Loco' Abreu para la segunda vuelta.
Con convicciones políticas firmes y partidario de un juego creativo y libre, Lillo deberá lidiar con el fútbol y con la situación de un país en el punto de mira de las asociaciones pro derechos humanos.