Un equipo casi en China y otro con un revolucionario grecochipriota en el escudo: el duelo que explica la nueva Champions acaba en tablas
El Kairat Almaty kazajo y el Pafos chipriota empatan en Kazajistán en un encuentro que representa el nuevo formato de 36 equipos de la Copa de Europa
Un equipo que juega más cerca de China que de Europa frente a un conjunto chipriota, creado hace 11 años, con un poeta revolucionario ahorcado ... en 1957 por los británicos en el escudo. Este duelo que ha tenido poco de fútbol y mucho de geopolítica ha acabado en tablas (0-0), pese a que el Pafos ha jugado con diez desde el minuto 4, en lo que es una representación de la nueva Champions de 36 equipos. Con sus admiradores y sus detractores, es evidente que el hecho de que haya más equipos clasificados permite historias como las de estos dos equipos, que jamás hubieran imaginado recibir a Bayern de Munich o Real Madrid en sus estadios.
El Kairat Almaty era el equipo grande de Kazajistán durante la época de la Union Soviética y sigue siendo hoy el equipo más histórico. De hecho, fue el único equipo kazajo en disputar la primera división soviética y el primer ganador de la liga kazaja una vez el país se independizó en 1991. Almaty fue la capital del país hasta que en 1997 el gobierno traslado la capital a Astaná, una ciudad más al norte y menos oriental que Almaty. Fue entonces cuando desde el estado se propusieron darle fuerza al Astana, club creado en 2009 tras las fusiones del FC Alma-Ata y Megasport, los dos equipos más fuertes de Nur-Sultán (nombre que recibió la ciudad de Astana entre 2019 y 2022).
En 2012, el presidente del país, Nursultán Nazarbáyev, a través de Astana Presidential Sports Club, adquirió la propiedad del club para promocionar su nueva capital y el deporte kazajo en general. Su primera liga la ganó en 2014 y hasta 2019 se impuso ininterrumpidamente en el trofeo nacional. Su séptimo título lo logró en 2022. Desde la irrupción impulsada por el gobierno, el Kairat Almaty solo pudo ganar las ligas de 2020 y 2024, la cual le dio acceso a esta Champions tras eliminar en la fase previa al Olympia Ljubljana esloveno, al Kups finlandés, al Slovan Bratislava eslovaco y al Celtic escocés.
La resistencia del Pafos
Tras un viaje de 5398 kilómetros desde Chipre, el Pafos se plantó en Almaty y se complicó en el minuto 4 con la expulsión de Joao Correia, un caboverdiano que no pudo ser parte de la plantilla que entrará en la historia del país tras clasificarse en este último parón al Mundial.
El Pafos, un club entrenador por un logroñés y en el que Gaizka Mendieta fue director deportivo, es un club peculiar. Fundado en 2014, lo primero que llama la atención es el rostro de su escudo. Es Evagoras Pallikarides, un poeta y revolucionario grecochipriota que fue ahorcado en 1957 con solo 19 años por el Imperio Británico después de unirse a la guerrilla EOKA, que luchaba por expulsar a los británicos del país (Chipre fue una colonia del Reino Unido hasta 1960) y anexionarse a Grecia.
Fue arrestado por transportar armas y en el juicio declaró que estaba luchando por su país, por lo que fue sentenciado a pena de muerte. Su último poema, escrito desde prisión, aún se recita en Chipre: «Tomaré un camino hacia arriba, tomaré los caminos, para encontrar las escaleras que conducen a la libertad».
El Pafos es la unión de distintos clubes que tuvieron su origen en el Evagoras Paphos, equipo creado en 1960 en honor a Evagoras Pallikarides. Es por lo que el conjunto chipriota, que lleva dos puntos en lo que va de Champions tras empatar también contra el Olympiacos de Mendilibar, le recuerda con orgullo.
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