Levantarte cuando te caes

Philipsen, el gran favorito para el maillot verde y posible vencedor de varias etapas, regresa a casa por culpa de una caída. Esos días en los que todo te sale bien, llegas a pensar que siempre será igual, que estás a salvo de tropezones, accidentes o disgustos. Sin embargo, llegan antes o después.

El disgusto es enorme para los integrantes del Alpecin. Sus directores llegarían al hotel apesadumbrados. Pero cuando te caes, hay que levantarse. Toca ser positivo. Groves peleará en las llegadas masivas, Van der Poel conserva el maillot amarillo y, con absoluta seguridad, continuarán siendo protagonistas en la carrera.

Provocan mayor temor los días de lluvia y rotondas. Pero no hace falta que la carretera esté resbaladiza para que un momento intrascendente sobre el papel se convierta en fundamental para alguno de los favoritos. Por eso es importante mantener la concentración en todo momento. Nunca debes perder la perspectiva de dónde estás. Esto es el Tour.

El fuerte viento de cara condicionó el desarrollo de una etapa que la caída de Philipsen acabó de paralizar casi por completo. Por cierto, no entiendo el movimiento de Wellens ni la actitud de otros equipos que renuncian al maillot de la montaña y muestran esa permisividad con un corredor de una formación grande.

Después de una etapa sin más historia que las caídas, llega hoy otra dura, pero no tanto como la del domingo, por lo que abre el abanico de candidatos a la victoria. Además de Van der Poel, Girmay o incluso Pogacar y Vingegaard, también da opciones a los sprinters y sus equipos. Promete.