Después de la batalla ofrecida por Visma los últimos días y tras comprobar que no ha sido posible hacer daño a un gran Pogacar, tocaba ... día de rendición. El esloveno, ambicioso siempre, dijo a sus compañeros 'hoy gano yo'. Pero con Vingegaard a la defensiva y cediendo el peso de la carrera a su gran rival, no solo no fue capaz de ganar la etapa, sino que el danés cruzó la meta delante suyo por primera vez en este Tour de Francia.
Publicidad
Pogacar es humano y llegó a meta fatigado como pocas veces. Y además sin cumplir su objetivo, ganar la etapa. Vingegaard, consciente de que el esloveno es más rapido, esperó al ataque final de Pogacar y para cuando lanzó el suyo era demasiado tarde.
Pogacar ganará el Tour con más de cuatro minutos, pero la diferencia corresponde a la primera semana de carrera y a los Pirineos. Vingegaard no ha estado tan lejos en los Alpes. Faltan dos días y, aunque tocará hacer valoraciones mañana y Pogacar ha sido el gran dominador, la subida a La Plagne enseñó su condición humana.
Etapón de Aresman, a quien no regalaron nada. Es su segundo triunfo de etapa, lo que salva a Ineos en este Tour. Alabo asimismo la actitud de Roglic. Aunque está lejos de Pogacar y Vingegaard, en lugar de bajar la cabeza y rendirse, ha cambiado de chip y ha buscado los ataques desde lejos para poder buscar la victoria de etapa e incluso acercarse al tercer puesto.
Publicidad
Algo así nos sucedía en el equipo Banesto. Nuestra labor era ayudar al jefe de filas, pero cuando este fallaba modificábamos la estrategia e íbamos a buscar el triunfo de etapa. Para nosotros era fácil cambiar de chip, pero no lo es tanto para un campeón como Roglic, acostumbrado a luchar por vencer en estas grandes vueltas, Lo pongo como ejemplo ante Evenepoel o Mas, que se vienen abajo cuando ven que se les escapa la posibilidad de luchar por los primeros puestos de la general.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión