Chris Froome: «No, no voy a ganar el Tour en unas semanas»
El británico podría quedarse fuera de la alineación del Israel en Francia, pero destaca sus «progresos, aunque haya gente que no los ve»
La imagen de Chris Froome (Israel) siendo doblado en la contrarreloj del Dauphiné, el miércoles, por Nils Politt (Bora) fue la plasmación de lo ... que era una evidencia: el británico no está en condiciones de competir a su antiguo nivel. Por respeto al campeón, el tema se iba obviando. Nadie podía dejar de ver la verdad, pero todo el mundo prefería ser elegante. Debía ser el propio Froome quien lo dijera. Y lo dijo ayer, en la salida de la quinta etapa: «No, no, no, no, no. No estoy hablando de ganar el Tour de Francia en unas pocas semanas. Seguro que no».
Y el gran campeón keniano pasó a explicarse: «Estoy muy concentrado en volver a mi nivel anterior y en hacerlo paso a paso. No voy a saltar de este nivel a ganar el Tour en unas semanas. Sé de dónde vengo. Sé que hace un año estaba corriendo carreras antes incluso de poder caminar correctamente. El mero hecho de estar aquí, en el Dauphiné, pudiendo andar con normalidad y sin problemas y compitiendo en carrera, es ya un gran progreso».
Froome hace una lectura global de su situación. «Miro a todos esos parámetros, aunque sé que hay gente que no lo hace y que no ve lo que hay detrás de todo esto».
A tres semanas del inicio del Tour, no solo es evidente que no lo ganará sino que incluso su presencia en la salida de Brest está en el aire. El director Rik Verbrugghe expresó las dudas existentes en el seno del equipo Israel sobre la conveniencia del alinear al británico en Francia. «Es un gran campeón por el que tenemos mucho respecto, pero no por ello su participación en el Tour tiene que ser evidente». Los resultados, desde luego, no avalan a Froome. Ha sido 47º en el UAE Tour, 81º en la Volta a Cataluña, 93º en el Tour de los Alpes y 96º en Romandía.
Perla de Geraint Thomas
La quinta etapa del Dauphiné dejó una pequeña perla de Geraint Thomas (Ineos). El galés aprovechó un giro de 180 en mitad de la carretera –impropio de una prueba como el Dauphiné– a poco más de un kilómetro de meta para arrancar, sacar un puñado de metros y desafiar al pelotón con la memoria del gran pistard que fue.
Sobre la línea se le echó encima Sonny Colbrelli (Bahrain), pero el vencedor del Tour de 2018 se llevó la etapa, con un muestra de clase en frasco pequeño. Viene de ganar Romandía y todo lo enfoca al Tour.
Tercero tras Colbrelli fue Alex Aranburu (Astana). El ezkiotarra no está pudiendo con el italiano en las llegadas, pero está consolidando su posición en el escalafón del World Tour.
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