«Aquel Orbea ya tenía el concepto de Euskaltel de correr con vascos»
El segoviano recuerda cómo se dio el fichaje por el equipo guipuzcoano después de que Reynolds no tuviera dinero para retener a todas sus figuras
La victoria de Delgado tuvo un importante protagonismo guipuzcoano, ya que corría en las filas del Orbea, firma comercial que daba nombre al equipo de ... la Sociedad Deportiva Danena de Zizurkil que conducían Patxi Alkorta y Peli Egaña, vestía ropa de la empresa Etxeondo de Irura y montaba en las bicicletas Orbea, que entonces tenía la sede en Eibar y luego trasladó su producción a Mallabia. El director era el añorado Txomin Perurena, oiartzuarra, que hace diez años admitía en un reportaje para este periódico en Navacerrada que «aquel día se nos aparecieron todos los santos».
– ¿Cómo fue lo de fichar por Orbea en 1985 y dejar un equipo tan potente como Reynolds?
– Porque Echavarri tenía un presupuesto limitado y se da cuenta de que no tiene dinero para sujetar a Gorospe, Arroyo, Laguía y a mí. Y apostó por Julián. Arroyo se fue al Zor y yo me marché al Orbea.
– ¿Pero por qué al Orbea? Solo llevaba un año en el ciclismo profesional...
– Mi preparador, José Luis Pascua Piqueras, era el mismo que el de Cabestany y Jokin Mujika. Fue el que me dijo que me fuera para allí, que había un equipo joven e ilusionante pero que necesitaban un jefe de filas. Negocié el fichaje con Peli Egaña.
– ¿Cómo encajó con tanto vasco?
– Bien. Orbea fue el primer equipo con el concepto de correr con gente de casa que luego tuvo el Euskaltel. Además de Egaña, Alkorta y Perurena estaban Cabestany, Mujika, Dorronsoro, Otín, Murga... Yo había corrido mucho en el País Vasco en juveniles y aficionados y me atraía fichar por un equipo de allí.
– ¿Qué recuerdo tiene de aquel año en el equipo?
– Muy bueno. Además de la Vuelta, luego gané una etapa en el Tour y quedé sexto. El ciclismo español venía de unos años de crisis y se nos resistía el triunfo en una grande. En 1983 empezó la televisión a dar en directo la Vuelta pero ganó Hinault y luego Caritoux. Arroyo había hecho segundo en el Tour de 1983... Esa de la Vuelta de 1985 fue la primera gran victoria de un ciclista español en un deporte que se convirtió en un fenómeno de masas y la conseguí con Orbea.
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