Ane Santesteban: «Ha sido un día muy emocionante»

La corredora de 34 años anunció el jueves su decisión de dejar la bicicleta en el Gran Premio Ciudad de Eibar y si ya es habitual que el Laboral Kutxa salga a competir en esta prueba con la ambición de dominarla y ganarla, los argumentos eran aún más en la despedida de una corredora que ha dejado huella en el pelotón femenino a pesar de que en su palmarés no figuren muchas victorias. Ese mismo pelotón le hizo el habitual pasillo de bicicletas a la salida y las compañeras y personal del equipo se acercaron a Eibar con una camiseta en la que figuraba el mensaje «Eskerrik asko Ane».

Las carreteras mojadas debido a la lluvia fueron protagonistas durante toda la jornada. Primero, porque en el tramo de descenso entre Urretxu y Azkoitia la organización decidió neutralizar la carrera por precaución, ya que el asfalto estaba sucio por algún tipo de vertido y no era seguro circular en bicicleta a grandes velocidades. Y después, por las diversas caídas que provocó y que el Laboral Kutxa sufrió en sus propias carnes.

A la entrada de Ondarroa, a 30 kilómetros de meta y mientras Lily Williams (Human Powered Health) marchaba en solitario, Kuskova y Eraso, ambas del Laboral Kutxa, se fueron al suelo. Pocos kilómetros después Ane Santesteban sufrió una avería mecánica que le obligó a perseguir al pelotón durante unos diez kilómetros. El conjunto vasco se reorganizó con el regreso de Santesteban al pelotón y reanudó la caza a escasos metros de comenzar Ixua, juez de la carrera. La desventaja era de 50 segundos y contaba con cinco piezas para tratar de reducirla.

Fue allí donde Usoa Ostolaza dio una exhibición de fuerza. Fue la que redujo los últimos 30 segundos, momento en el que su compañera Silvestri atacó y logró unos cinco segundos de ventaja. Noemie Thomson (DAS), con la zarauztarra a rueda, fue limando metro a metro la diferencia hasta que Ostolaza, con entereza, cambió de ritmo para aprovechar la situación de superioridad del Laboral Kutxa.

Ostolaza coronó Ixua en solitario y con 17 segundos de renta sobre Thomson y Silvestri, se encaminaba hacia la victoria, la que hubiese sido la quinta de la temporada. Pero a cuatro kilómetros de meta se fue al suelo en una curva a izquierdas durante el descenso. Se levantó rápido, pero a pesar de meter de nuevo la cadena la bicicleta sufría una avería. Thomson y Coutinho (Massi-Baix) la adelantaron mientras esperaba el apoyo del coche neutro. No estaba Silvestri, que también se había caído en el descenso.

Sin embargo, la italiana se repuso. Borró de la memoria la caída y se lanzó hacia abajo como si nada hubiera pasado, adelantando a Ostolaza -terminó quinta- y a las dos que encabezaban la carrera. En la variante de Eibar se le sumó Thomson, pero la superó en el sprint final para alivio de los directores del equipo y alegría de toda una escuadra que despide a lo grande a Ane Santesteban. «Apenas puedo hablar», expresaba la errenteriarra tras cruzar la meta sonriente y saludando al público. «Siempre había dicho que quería retirarme en un equipo de casa y la oportunidad que me ha dado el equipo de hacerlo aquí es todo un sueño para mí».