«El que aprende en Anoeta puede andar por todo el mundo»

«Vemos que falta continuidad desde júniors a las categorías mayores, sub-23 y élite. Esta prueba puede ayudar mucho a los jóvenes y también ser un espejo para ellos. Yo, si no hubiera sido por las Seis Horas, no habría sido pistard. Era lo más. Me sirvió de trampolín. Esto es diferente, pero sigue siendo un trampolín, además de dar puntos para correr pruebas internacionales. La organización de una prueba así no es nada fácil, y hay que darle la importancia que tiene y darle un empujón para que sea CL1. Es la primera piedra y luego hay que seguir creciendo. Anoeta es un velódromo difícil, pero el que aprende en Anoeta puede andar por todo el mundo».

«Se pueden compatibilizar muy bien la pista y la carretera. Hay muchos ejemplos, como Viviani o Ganna. La pista te da un punto que no te da la carretera, velocidad. Desde el punto de vista de la rentabilidad también es muy interesante, los equipos no se dan cuenta de la visibilidad que les da a sus patrocinadores tener a los ciclistas corriendo en pista en vez de entrenando. Hay equipos de fuera que literalmente no dejan a sus corredores estar en casa. En mi equipo, el Euskaltel, ya he conseguido convencerles un poco, pero es difícil, hay equipos más asfixiantes en ese sentido. He corrido en Barcelona y en Portugal y ahora tengo la opción de hacerlo en casa. He empezado a darle importancia a los puntos y por eso he ido a pruebas internacionales, y esta prueba en Donostia es una gran oportunidad. Sería bonito clasificarse para Europeos, Mundiales y Copas del Mundo».

«No venimos a sustituir a las Seis Horas de Euskadi, pero sí a invitar a los jóvenes a la competición de la pista, a que vean que se puede subir de nivel. El objetivo es dar un paso adelante y esperemos hacerlo durante muchos años y vayamos ascendiendo escalones. Las Seis Horas eran un espectáculo, de lo más grande que se pudo ver en ciclismo en pista. El Gipuzkoa Saria es diferente pero por qué no pensar que se puede conseguir que la pista vuelva a atraer a corredores. Cometeremos errores en ese camino, pero de eso se aprende».

«Organizar una prueba de nivel internacional significa que colocamos un objetivo, una culminación del camino, para la Challenge guipuzcoana de pista que se disputa desde hace tantos años y que en su edición de esta temporada acaba de terminar con una participación que sigue en aumento. Para todos esos chavales, este Gipuzkoa Saria es un referente al que se puede llegar. Para el aficionado, una oportunidad de ver ciclismo en pista y para nosotros, una manera de saber dónde estamos y a qué nivel».

«Es un sueño tener una prueba internacional en San Sebastián. Yo empecé aquí y aquí sigo, con la Challenge, en la que participo siempre que puedo. Quiero estar en los Juegos Olímpicos y puedo coger buenos puntos en Donostia. Anoeta es un velódromo especial con sus peraltes y sus medidas distintas, y espero poder jugar esa baza a nuestro favor. Habrá muy buen nivel y ojalá el año que viene se pueda subir a CL1, porque entonces la participación mejorará más. Ojalá una carrera como esta sirva para recuperar la pista, que se vea como algo positivo, que no solo existe la carretera».

«No esperaba que mi debut profesional fuera a ser en la pista, pero es una forma muy bonita de estrenar el maillot naranja y tener la oportunidad de correr con gente de un nivel muy bueno».

«Aquí es muy difícil llegar al alto nivel teniendo un velódromo como el que tenemos, echamos de menos algo más para pasar de escalón. En nuestra época, si queríamos dar ese paso la única solución era ir a Burdeos y competir con ellos. Tafalla es cubierto, pero no es un velódromo adecuado, viendo las marcas que se hacen. Filippo Ganna es de otro planeta, pero se puede hacer. Hacen falta los medios. También falta colaboración con los equipos profesionales. Siento envidia de Italia y Francia en este sentido. Aquí no empujan, al contrario, retienen».

«Estoy emocionado. Cuando Emaitz me contó el proyecto, pensaba que me tomaba el pelo, pero lo ha sacado adelante. Fuera no hay nada que no se pueda conseguir aquí. Este velódromo es diferente, pero cada velódromo es diferente al anterior. Los hay de 166 metros de cuerda como el de Ginebra a de 400 descubierto. Y se hacen pruebas. Anoeta es diferente y todo el mundo quiere correr aquí por ese peralte. No tiene por qué no lograrse en Anoeta lo que se logra internacionalmente».

«Torres y Mora, campeones del mundo y de Europa, vienen a ganar. Ahora están centrados en la pista pensando en París 2024. Para ellos, estas pruebas son importantes en el madison porque están bajos en puntos y necesitan clasificarse para el Mundial si quieren ir a los Juegos».