Un punto positivo o negativo, según se mire
El Super Amara Bera Bera no encuentra la fluidez necesaria para imponer su juego y no pasa del empate ante el Rocasa en su último partido del año
El Super Amara Bera Bera no pasa del empate frente al Rocasa Gran Canaria. Las de Imanol Álvarez consiguen facturar de vuelta en la maleta ... un punto más que suman a la clasificación liguera. Eso significa que se dejan el otro punto en el archipiélago canario. Un resultado frío, que puede ser positivo o negativo, según se miré.
A estas alturas del curso, y con el actual sistema de competición en el que el titulo se decide en las semanas de playoff, los puntos y la clasificación son importantes, pero la forma de jugar o de reaccionar ante las adversidades lo es más. Más aún teniendo en cuenta que a partir de enero el calendario se duplica con los partidos de la fase de Grupos de la European League.
Los parones y la falta de ritmo de competición no le sientan bien a las de Bidebieta. Las trece pérdidas y los balones que se estrellaron una y otra vez a la madera fueron determinantes. Tampoco fue capaz el vestuario donostiarra de imponer su ritmo o el estilo que más le beneficia. El equipo de Carlos Herrera es el menos goleado de la categoría, pero también le cuesta anotar por lo que en marcadores cortos se muestra más cómodo, lo que intentó imponer.
Si algo hizo bien el conjunto donostiarra fue mantener la calma cuando más cuesta arriba se le puso el partido. Supo remar en contra y no descolgarse de la pelea aunque el rival lograra imponer su ventaja una y otra vez. Esto será clave para lo que le espera este próximo año.
Esa concentración hasta el final fue clave para amarrar el punto. A falta de un minuto y medio, con el marcador en tablas 23-23, Lyndie Tchaptchet forzó un siete metros. Elke Karsten asumió el reto de lanzar un penalti que seguro iba a ser determinante. Lulu Guerra adivinó la idea de la argentina y paró el balón. A falta de quince segundos, Eider Poles marcó su quinto gol de penalti, pero aún quedaban segundos suficientes, tres, para una última jugada en la que la propia Karsten anotó la diana que supuso el empate.
Esa igualdad e intercambio de ventajas se mantuvo durante todo el encuentro. Lo que fue más irregular fue el ritmo, que fue de más a menos. Arrancó el partido en Telde con mucha energía. Elba Alvarez fue la encargada de inaugurar un marcador que enseguida empezó a bailar. El conjunto canario rubricó un parcial que le dio la primera ventaja importante. Eider Poles colocó el 7-4 con el que las donostiarras se pusieron tres abajo por primera vez, no fue la última. Pero el Bera Bera no se puso nervioso, y las reacciónes siempre llegaron a tiempo. Cada vez que las locales se escpaban en el luminoso reaccionaban las donostiarras.
A pesar de los balones que se estrellaron en la madera, con errores por ambos conjuntos en tiros claros, a portería vacía encajó Anne Erauskin el 10-11 en el marcador antes del descanso.
El partidó llego a los minutos finales con todo por decidirse. El Bera Bera remontó un peligroso 22-20, al conectar con Tchaptchet en el pivote y poner Arrojeria en la escuadra la pelota, 22-23. El Rocasa marró el ataque pero las guipuzcoanas perdieron el balón y Nascimiento marcó a portería vacía para dejar el marcador en tablas antes del penalti que Lulu Guerra le paró a Karsten. Punto positivo o negativo, según se mire.
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