Manex Ansorregi vuela con el Juaristi
No se puede personificar en un solo jugador el buen momento del Juaristi Iraurgi, quien ha pegado un golpe encima de la mesa y ha enlazado cuatro importantes victorias en sus últimas cinco comparecencias que le han valido para salir del descenso. Sin embargo mirando los números de Manex Ansorregi (Azkoitia, 2002), el concurso del alero en esta tacada de encuentros ha sido fundamental para el equipo urolatarra. Ansorregi viene de destaparse haciendo 22 puntos y 5 rebotes ante el Lleida y 19 puntos con diez rechaces en el triunfo ante el Oviedo. Numerazos para un joven jugador donde hay depositadas muchas esperanzas a que sea toda una referencia para el baloncesto del territorio.
En un deporte donde lo importante es la muñeca y la mano, Manex marca la diferencia con sus piernas. Mide 1,95 pero es capaz de barrer todo lo que escupe el aro. Potencia en el 'timing' de salto y rapidez para encontrar espacios mediante engaños, son sus credenciales. Si tiene espacio, con un bote es capaz de hundir el balón y hacer un mate de concurso. Un espectáculo. La baja de Nicholas le ha dado la oportunidad de disfrutar de minutos y la verdad es que no ha decepcionado. Manex juega como un veterano en un cuerpo de chaval y el domingo pasado sacó de quicio a Carrera, posiblemente el jugador más determinante de la Liga. Y no solo eso, le endosó 22 puntazos que ayudar a los de Iñaki Jiménez a conseguir su primer triunfo lejos de la comarca del Urola.
Ansorregi toma el testigo de los Guridi, Oroz, Zubizarreta, Azpitarte, Maiza... todos ellos nacidos y criados en la prolífica e inagotable cantera del Iraurgi. El exterior, aunque en estos encuentros esté jugando como 'cuatro' estuvo este verano trabajando la técnica individual. Se enroló en el prestigioso campus que organiza en Madrid Pablo Laso y, por lo que parecer causó una grata impresión el exentrenador del Gipuzkoa Basket. El principal punto de mejora en Ansorregi es el clásico en jugadores de su edad: controlar las pérdidas de balón y afianzarse en el tiro exterior. El baloncesto moderno pide que los grandes jugadores amenacen desde fuera y Ansorregi seguro que trabaja para hacerlo. Es un disfrute para la viste verle jugar, la facilidad que tiene para rebotear, puntear tiros y rebañar balones ante adversarios con más peso y sobre todo más altos.
