El reino de Llull

La Copa del Rey es uno de los títulos más apreciados y atractivos del baloncesto estatal. Una batalla entre ocho rivales, en la que solo puede quedar uno. El fin de semana pasado Vitoria se convirtió en el Desembarco del Rey de Juego de Tronos, donde tuvo lugar la guerra entre, en este caso, los ocho reinos. Y el líder del reino madridista fue Sergio Llull, que con su aspecto de pelo enmarañado y barba sin arreglar bien merece compararse con John Nieve, con el que comparte, además, la incontestable lealtad y entrega por los suyos. Porque como John Nieve, Sergio Llull siempre es el primero en la línea de batalla, el que espera con la espada en alto (en este caso balón) y se crece ante los rivales más duros.

Dejando atrás los símiles serísticos, Llull fue el mejor del Madrid. Algo que no solo acredita el trofeo de MVP que recibió tras vencer en la final a Valencia Basket. Su actitud, su entrega y su pasión por la camiseta blanca, que defiende a cara de perro, contagian a sus compañeros en la cancha y a sus seguidores en la grada. Sus triples imposibles y su desborde en el uno contra uno ganan campeonatos. Por todo esto, el de Mahón se ha convertido en uno de los mejores bases de Europa.

Hablémos de números. Los de la Copa del Rey de Vitoria hablan por sí solos. En los cuartos de final frente al Andorra, disputó 42 minutos. Pablo Laso solo le dio 180 segundos de descanso. El menorquín anotó 22 puntos, para 28 de valoración. Su campo atrás no pitado y el pase para el triple demoledor de Randolph fueron definitivos para tumbar al rival.

En semifinales, con el Baskonia en frente, Llull dirigió al Real Madrid durante 33 minutos, en los que metió 23 puntos y firmó 19 de valoración. El conjunto blanco volvió a llevarse el encuentro en la prórroga.

En la final contra Valencia Basket, el 23 jugó 28 minutos, en los que consiguió 22 puntos y 22 de valoración. Pero más allá de esos datos, los dos triples inverosímiles que metió en el último cuarto, cuando el Madrid dudaba y el Valencia apretaba, fueron claves para no perder la quinta marcha. Casi se rompe una costilla golpeándose en el pecho mientras gritaba a la grada tras anotar uno de ellos.

Esta es la cuarta Copa del Rey consecutiva que gana el Madrid. La quinta que suma Sergio Llull, el rey de la guardia blanca. La segunda vez que consigue el galardón de MVP. (El primero lo consiguió en la 2011/12, en Barcelona). Poco a poco, escala posiciones en los rankings históricos del campeonato copero. Se ha colocado como el tercer anotador de triples, con 44 en 24 partidos. Por delante tiene en primer lugar a Juan Carlos Navarro, con 60, y a Alberto Herreros, con 49. Además, es el cuarto jugador con más victorias en la Copa, (19 de 24), superado por Navarro, primero, Reyes, Segundo, y Vidal tercero.

Sergio Llull es el Rey del reino blanco. Y el domingo en Vitoria se convirtió en Rey de reyes.