Un trotamundos que ya manda en Euskadi

Tiene tan solo 18 años y ya se puede decir de él que es uno de los atletas a los que hay que prestar atención. Su 1:51.17 en 800 y su 3:48.15 en 1.500 metros son registros que le sitúan en ambas pruebas en el segundo puesto del ranking nacional sub20 de la temporada en estos momentos.

Solamente lleva un año «entrenando duro» atletismo, deporte que empezó a practicar en Sudáfrica. «Solía jugar a fútbol, pero en el colegio en el que estudiaba en Johannesburgo se organizó una carrera de cinco kilómetros en la que participé. Y quedé tercero. Fue hace tres años. Me encontré bien y continué», explica este trotamundos que ya manda en el mediofondo vasco.

«Crecí en la Parte Vieja donostiarra, donde aún conservo muchos amigos con los que sigo quedando cuando vengo en verano. Estudié en Orixe hasta los siete años. Por el trabajo de mi aita (en La Caixa) nos fuimos a El Cairo (Egipto). Después, otros dos años a México y seis a Johannesburgo (Sudáfrica). Y este último ha sido mi primer curso estudiando Comercio Internacional en Austin (Estados Unidos)», explica el joven atleta de 1,87 metros que se hace aún más grande cuando corre.

«Fue el pasado verano cuando me puse serio con este deporte. Vine en verano a Donostia y Ricardo Jiménez me puso las pilas. Ya entrenaba en Sudáfrica, pero no era lo mismo. En unas pocas semanas pasé de correr el 800 en 1:58 a hacerlo en 1:55, tiempo que me dio el billete para el Campeonato de España de mi categoría. Me quedé lejos de pasar a la final, pero este año pienso que incluso puedo ganar. Mi intención es ir en 1.500».

Ha cambiado mucho en tan solo unos meses. «En Estados Unidos, en la universidad, también me lo estoy tomando en serio. En mi primer 'milqui' allí, que fue en marzo, corrí en 3:51. Me quedé muy sorprendido con mi rendimiento. Batí el récord de la universidad». Y ha llegado, al menos de momento, hasta 3:48.15, crono con el que Segurola ha destrozado –tres segundos le ha metido– la plusmarca guipuzcoana sub20, que era de hace quince años. Se estrenará en Gipuzkoa en esta distancia la semana que viene en Ordizia.

La temporada pasada defendía la elástica del Atlético San Sebastián y esta, en cambio, luce la de la Real Sociedad. No es el primer txuri-urdin de la familia. Ángel Segurola, su abuelo, jugó a fútbol, llegando a disputar 42 partidos –diez goles– con la Real, equipo al que dirigió años después. También jugó en el Real Madrid, entre otros equipos.

La genética le acompaña. José María, su padre, también fue deportista de primer nivel. Era remero. Fue olímpico en Seúl 1988.