El sorpasso catalán también llega en el podio

El calor no les afectó. O al menos no se notó. La carrera masculina tuvo más emoción que la femenina. De hecho, no fue hasta Miracruz cuando se decidió. Oliveras, que fue el corredor que más se dejó ver durante los 20 kilómetros -«quería un ritmo rápido porque llegar en grupo no me beneficiaba»-, se fue junto a Artur Bossy a la altura de Errenteria. Un par de kilómetros antes, Chakib Lachgar, cuarto finalmente y mejor guipuzcoano, se había reenganchado al grupo de cabeza tras haberse descolgado en Gaintzurizketa.

Oliveras apretó los dientes subiendo. En la forma de correr de Bossy, un atleta que llegó a ser internacional en 2019 y campeón de España de 3.000 el mismo año, se vio que algo iba mal. El triatleta gerundense continuó endureciendo el ritmo y... Llegó a la altura del Arzak ya en solitario. A Bossy le costó y, de hecho, el aragonés Jesús Olmos, segundo en 2021 y cuarto en 2019, le dio caza a 500 metros de meta para acabar subiendo al segundo cajón del podio.

En cabeza, Oliveras. El triatleta profesional, tercero del mundo sub23 en 2015, se estrenó a lo grande en la Behobia. Disfrutó como un enano de los últimos metros. Aventajó en 22 segundos a Olmos (1h01:51), que fue de menos a más, e incluso se permitió el lujo de ir chocando palmas al público en el Boulevard y de entrar andando. Antes, ya a la altura del puente del Kursaal, señaló al cielo. Iba por su padre.

No hay manera de acertar en la Behobia. Es una carrera especial también por esto; porque nunca se sabe qué es lo que va a ocurrir. Había mucho gallo con opciones, y finalmente la victoria fue para el triatleta. El donostiarra Pablo Salaverría, sexto, también completó una gran Behobia. Tiene potencial.

Cristina Silva, que se esperaba estar en el top 5 pero no ganar, dio la sorpresa y se impuso con un gran crono en la carrera femenina (1h11:32). Se fue en solitario desde Irun y ni la tortosina Mireia Guarner (1h13:16), segunda en esta ocasión, ni la turolense-guipuzcoana Elena Silvestre (1h14:02), tercera, pudieron hacer algo para ir a por ella.

«Hemos visto cómo se escapaba y la verdad es que hemos pensado que acabaría pinchando y nosotras cogiéndole», apuntaba Silvestre, que subió por segunda vez al podio aunque se le escapó un triunfo que busca con muchas ganas. «Este año ha venido muchísima gente desde Cataluña y es incluso más especial. Esto es un sueño», aseguraba Silva.

Seis catalanas hubo en el top 10 femenino, por dos guipuzcoanas. En categoría masculina, por su parte, dos atletas del territorio y cuatro catalanes.

No hubo en esta ocasión txapelas guipuzcoanas. Elena Silvestre fue la mejor clasificada. Volvió a subir al podio tras «una mala semana». Ha estado enferma, con problemas en la faringe y congestión, incluso pasando «malas noches». Se quedó con un «sabor agridulce». Recibió el apoyo de su familia y amigos.

También rindió bien Chakib Lachgar. El ganador en 2019 acabó cuarto en esta ocasión. Era su segunda participación en la Behobia. «Siempre busco ganar, pero esta vez no ha sido posible», aseguraba este atleta nacido en Marruecos, con nacionalidad española desde este año y empadronado en Irun. «Quiero dar las gracias al público porque me han animado en todo momento. Estoy contento con el cuarto puesto porque lo he dado todo. No me he visto bien desde el primer kilómetro y aún así lo he peleado».

Lachgar, que apoyó en su camiseta a la ONG Amigos Solidarios gracias a la iniciativa de ESA Sports, corrió el sábado el relevo mixto del Campeonato de España de cross en Atapuerca. Acabaron quintos. «Eran solo 1.500 metros, pero tuve que correr muy rápido porque peleábamos por el podio. En el primer mil el reloj me marcó 2:37».

25.753 corredores tomaron ayer la salida. Es decir, hubo un 13,38% de inscritos que no participaron -un porcentaje habitual; en la extraña edición de 2021 fue casi un 20%-. 314 personas se retiraron y no alcanzaron la meta, mientras que 1.243 fueron descalificadas.

En cuanto a la participación femenina, nuevo récord. Un 28,53% de los 24.183 clasificados fueron mujeres.

El navarro Alberto Alemán, con un registro de 35:12, batió el récord de la carrera en la categoría para rollers. Fue una prueba rapidísima y disputada prácticamente hasta el último metro. La alavesa Idoia Martínez de la Fuente, una clásica, se impuso con 40:06.