Los Mundiales de cross languidecen

No está siendo fácil para la IAAF que los campeonatos del mundo de cross tomen oxígeno. La avalancha africana en los últimos tiempos ha amordazado la frescura y competitividad entre diferentes continentes que tuvieron antaño. El declive europeo, el pasotismo de Oceanía y Estados Unidos, el casi nulo interés por esta especialidad en el resto de América, dejan que los mundiales de cross sean un campeonato continental africano, y últimamente hasta la potente Kenia presenta a su selección A y 'añade' equipos B y C por la internacionalización de sus corredores en países que fichan a golpe de talonario o por su llegada a universidades de otros países que les acogen con los brazos abiertos y terminan en nacionalización express.

Las dos últimas citas -en China y Uganda- han elevado el absentismo de países tradicionales en el campo a través por el coste del viaje de un conjunto que es muy amplio (dos equipos seniors y dos juniors). Las clasificaciones del domingo fueron un festival de Kenia, Etiopía, Eritrea, Uganda, Burundi, Tanzania y hasta los estadounidenses más destacados fueron Chalanga, Korir, Kipchirchir, Kebenei de clara procedencia africana. El australiana Patrick Tiernan (13º) fue la isla blanca.

Sin entrar en otras consideraciones, el escenario no genera un clima idóneo para los patrocinadores ni para las televisiones europeas y americanas. La Federación Internacional lo sabe, lo padede. Se saca de la chistera una carrera por relevos. No es suficiente. De Europa, solo España logró completar equipo para puntuar por naciones -cuando modifiquen la errónea clasificación en la que no aparece Mechaal-, y su puesto será el 15º. La potente Gran Bretaña llevó a un puñado de atletas sin ambición alguna en seniors, lo mismo que Francia. Otros países, cero.

El Mundial de cross apenas interesa. Faltan figuras que el aficionado reconozca. Y eso que el keniano Kamworor repitió título, lo que supone una hazaña en los tiempos que corren. Desde hace once años, con Bekele, no se había producido esta circunstancia. La verdad es que el mayor espectáculo de la cita de Kampala, la ofreció el atleta local, el ugandés Joshua Cheptegei -brillante vencedor en el cross de Elgoibar en enero-. Su cabalgada fue espectacular, como lo fue su pájara en los kilómetros finales, en donde llegó a perder dos minutos respecto al ganador. Llegó zombi, andando. Su proyección como corredor de cross y fondista es brutal, pero el domingo le pudo más la ambición por ser un héroe en su país. Ya llegarán laureles para el campeón de Mintxeta.

El cross de Elgoibar, precisamente, escribió un tuit muy cariñoso con el ugandés: "Algún día alzarás los brazos como campeón mundo, tal y como lo hiciste al pasado enero". A la organización elgoibarresa hay que felicitar. Los dos campeones mundiales han competido en Elgoibar. El keniano estuvo en Mintxeta en 2012 aunque no pudo ganar. Fue segundo. Tenía apenas 20 años. Y la keniana campeona, Irene Cheptai, fue la vencedora en Gipuzkoa en la edición de 2016.

Un par de apuntes más de este Mundial

Discreta la organización del campeonato. Las clasificaciones ofrecen errores y en algún caso, se completaron con retraso.

Magnífica actuación de nuestra 'Maitetxu'. La etíope-donostiarra Trihas Gebre terminó 20ª. Fantástico puesto. A pesar de haber sufrido hace unas semanas el fallecimiento de su madre. Además, en carrera tuvo un tropezón en la zona de los troncos colocados en el circuito como obstáculos. Sigue en clara progresión.

Y ojo con la campeona junior. La etíope Letesenbet Gidey repitió título en la carrera ahora denominada sub20. La dificultad de esta hazaña es ahora mayor al celebrarse los mundiales cada dos años. Ella en 2015 ganó como juvenil. Ahora lo ha hecho en Kampala, con 23 segundos de diferencia. Su marca en pista en 5.000 m es de 14.45 (sexta all time en su categoría). No sería mal fichaje para nuestros crosses del próximo invierno.