Aquel niño torcido nacido el 31 del 9 del 59

El pedazo de documental de Natxo Leuza, viajero, explorador, cineasta por sierras y sabanas, premiado en Lekeitio y en Polonia, se estrenó de poder a poder el mismo día en que Johnny Depp y Julien Temple defendían su visión del líder de The Pogues. Y se proyectó horas antes de 'El Gran Fellove', la apuesta de Matt Dillon por Francisco Fellove Valdés, divino y diabólico autor de esa guarachada magnífica, 'Mango mangué'.

Pero lo que son las cosas y con el respeto sumo debido a MacGowan y a Don Francisco, por las calles, vallas y tiendas de Donostia el cartel que se exhibe (y se roba cuando está mal pegado en la sucursal de un banco ya devorado por otro) es el de la peli de 'El Drogas', ese con un planazo de Enrique Villareal que es la pura sencia del rock, el blues, La Txantrea y lo demás.

El documental (en el que se lió tanbien y tan a gusto toda la Pamplona que tanto amamos, los comedores y expendedores de cine de Golem, por ejemplo) comienza de forma fastuosa, con imágenes de la guerra de Vietnam, de Fidel en La Habana, de Franco inagurando la Basílica del Valle de los Caídos y de Hemingway aplaudiendo a Ordoñez en sanfermines. Todo eso pasaba el año 1959, cuando nació Enrique. Y bien que se dice que lo que vive el mundo antes de que te paran, marca tu caracter. El niño nació con el nervio del ojo dañado. Si le operaban acaso se quedaba tuerto. Y si no, torcido Su madre, una guerrillera de la vida, prefirió que creciera escorado. Menos mal. Porque solo con los 'torcidos'. te sale el cine, derecho.