No todas las películas llevan capas
1Los festivales de cine estimulan la hormona del crecimiento en intensidad. Probablemente, alguien debería ocuparse a diario de bajarle dos rayitas a la proliferación de «clásicos instantáneos» y «obras maestras» que cada año se proclaman y que con el tiempo se redimensionan. Conviene no perder la cabeza, entendiendo por «perder la cabeza» la asignación ya de premios en el palmarés, cuando estamos aún en el ecuador del Festival.
2Como regla general: si oyes o crees oír una llamada, desconfía. Suelen ser comerciales en su intento de venderte algo. En el caso de que la llamada sea de algún dios para comunicarte que entre los 8.000 millones de habitantes del Planeta, está pensando en ti para altas misiones, desconfía el doble.
3Si a 'Maspalomas' se le descubrieron «capas» y «niveles de lectura», a 'Los domingos' no digamos. En la película de Alauda Ruiz de Azúa, una adolescente siente la vocación de ingresar en una orden religiosa y ahí irrumpe su invasiva familia para impedir que decida en libertad. Podría haber sucedido igual con una interrupción de un embarazo, algo irreversible, a diferencia de meterse monja. En última instancia, la decisión correspondería a la joven, pero los adultos tienen sus propios intereses, a veces, disfrazados de afectos y de amor malentendido. Fue terminar la proyección y desatarse entre los espectadores encendidos debates.
4También la familia, en este caso, la figura del padre, cobra singular protagonismo en 'Franz', el biopic de Kafka con la que compite la realizadora polaca Agnieszka Holland. Lo mejor que se puede decir de 'Franz' es que arriesga y lo peor, que no siempre sale triunfante. Película de las de «para ir tirando».
5En 'Aro Berria', Irati Gorostidi coge su estupendo cortometraje de 2023 'Contadores' sobre la lucha sindical en 1978 para seguir los pasos de sus desencantados protagonistas en una comuna. No falta nada: sexo en trance, cursillos tántricos, comunión con la naturaleza, más sexo tántrico y un severo reglamento porque el libertinaje requiere un orden férreo. Ejercicio de libertad creativa, la película remite al Evaristo Páramos que ya por aquellos tiempos cantaba aquello de «¿no te bastó ver haciendo el imbécil a los hippies?». Obvio que no.
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