Un viaje en papel a través del tiempo
Historia. Con motivo del Día Internacional de los Archivos, el Archivo Histórico Provincial de Gipuzkoa abre sus puertas en Oñati a algunos de los documentos más llamativos de nuestro patrimonio
Los documentos no hacen más que reflejar la vida cotidiana de las personas en un momento determinado de la Historia. Se crean con una razón ... de ser práctica y útil, no se crean pensando en el futuro». Que hagan historia es una circunstancia que solo el paso del tiempo produce a posteriori. Y el hogar de tantas crónicas y relatos se encuentra en los archivos, a los que hoy se conmemora. Con motivo del Día Internacional de los Archivos, el Archivo Histórico Provincial de Gipuzkoa abre hoy sus puertas en Oñati para descubrirle al público las entrañas de más de seis siglos de historia, los delicados trabajos de restauración y las páginas más llamativas de nuestro patrimonio.
12,5 kilómetros
de documentos ocuparían si se pusieran todos en fila. El Archivo Histórico Provincial de Gipuzkoa tiene capacidad para 17 kilómetros.
Una de ellas cumplía ayer 500 años. Se trata de un protocolo notarial de Aia fechado el 8 de junio de 1523, una escritura de poder para representar al municipio en la Junta General. Pero a Ramón Martín Suquia, responsable técnico del Archivo, no le tiembla el pulso a la hora de manipularlo. «El papel de esta época era maravilloso, se hacía a base de tela y se conserva perfectamente».
A su espalda, otro viejo tomo llama su atención. «Este es una gamberrada», dice mientras justifica que antes del siglo XVI «no se valoraba la conservación del patrimonio». Se trata de una caricatura que un escribano del siglo XVI realizó sobre un códice del siglo XIII. «La letra escrita cambió mucho en esos tres siglos por lo que el códice ya no les era de ninguna utilidad pues no podían leerlo. Así que el escriba del monasterio debió desmontar el pergamino antiguo para reutilizar su encuadernación y, por puro aburrimiento, dibujó esta caricatura en su margen. De hecho se puede observar que aprovecha la letra capital 'i' para dibujarle una cabeza y unas piernas».
Datos
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Capacidad Cuatro pisos de depósitos y un total de 16 salas. Cada una con seis hileras de estanterías de 10 metros de largo.
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Digitalización Se realiza a demanda del usuario que lo solicita: solo en 2022 se digitalizaron 250.000 imágenes.
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Documentos 5.000 volúmenes de protocolos, 1.500 expedientes de responsabilidad política, fondos notariales, etc.
Son solo dos de los ejemplares más curiosos que se pueden encontrar entre los más de 15.000 volúmenes de protocolos, 1.500 expedientes de responsabilidad política, registros de vehículos de la Hacienda estatal, memorias del Gobierno civil, boletines meteorológicos de la Guerra Civil, actas notariales y fondos de la Administración de Justicia, entre tantos otros que aloja el Archivo oñatiarra. «Aquí no coleccionamos, cada archivo se encarga de recopilar un tipo de documentación», explica Martín.
Así, en los archivos municipales de los ayuntamientos se conservan las series de actas y juicios municipales; el Archivo General de Gipuzkoa en Tolosa alberga todo lo generado por la administración foral; y en el Archivo Histórico Provincial de Gipuzkoa en Oñati se encuentra «todo lo que el Estado ha ido generando en Gipuzkoa, prácticamente, desde el siglo XVI». Los documentos de carácter público llegan hasta aquí obligatoriamente por ley, pero los documentos de carácter privado vienen por donaciones de particulares, familias y otras instituciones, como la Universidad de Oñati.
Entrada al área restringida
Continuando el recorrido, una puerta ignífuga separa la parte pública del Archivo de las áreas restringidas. «La zona en la que están los documentos está totalmente protegida, es una especie de búnker. El corazón de la conservación», define el responsable. Cuatro pisos de depósitos, cada uno protegido por un sistema de extinción automática de incendios (que absorbe el oxígeno en caso de emergencia) y hasta 16 salas repletas de pasillos con anaqueles de diez metros de largo.
En ellos, habitan los documentos ordenados, en primer lugar, por la naturaleza del fondo (notarial, Gobierno civil, Hacienda) y, dentro de cada sección, en función de un número currens que se les asigna por orden de llegada. «No, no están ordenados cronológicamente por lo que, para encontrar algo concreto, uno ha de acudir al inventario y localizarlo. Es la única manera que nos asegura que utilizamos el espacio al 100% sin perder ni un solo centímetro».
«La zona en la que están los documentos está totalmente protegida, es como un búnker. El corazón de la conservación»
Ramón Martín Suquia
Responsable técnico del Archivo de Oñati
Contrariamente a lo que podría pensarse, el volumen de archivos no se mide en kilogramos de papel, sino en kilómetros. De esta forma, «si pusiéramos en fila todos los documentos que tenemos tendríamos un total 12 kilómetros de documentos». La capacidad máxima del Archivo Histórico Provincial es de 17 kilómetros, pero aún no se queda pequeño. Una parte importante de los 12 kilómetros conservados la conforman los fondos que el Koldo Mitxelena Kulturunea ha reubicado en Oñati, mientras duren los 21 meses de obras de su reforma. El próximo viernes 16 se cerrará el centro cultural al público con lo que se sumarán otros 4 kilómetros de archivos del Fondo Gorbea a los «2,5 kilómetros que ya se han trasladado hasta aquí, que eran los que ya estaban digitalizados».
Consulta online
Porque desde que existe la digitalización los archivos han cambiado. «Hasta el año 1990 había que venir al Archivo presencialmente; el año pasado, el 90% de las personas que consultaron nuestro Archivo lo hicieron de forma online». Sus instalaciones están preparadas para reproducir imágenes digitales de cada página en alta calidad y Naia es la persona encargada de manipular el escáner. Gracias a sus bases de datos en Internet –compartida con el Archivo de Tolosa–, los usuarios pueden solicitar la copia que deseen. «Es imposible digitalizarlo todo, así que lo hacemos a demanda: solo digitalizamos lo que se nos solicita y estamos respondiendo con una semana. El año pasado hicimos 250.000 imágenes».
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«Se restaura el documento para que vuelva a servir para consulta»
En ese sentido, Ramón Martín recuerda que el Archivo está abierto «a todo el mundo» y que cualquiera que quiera acercarse y curiosear tiene sus puertas abiertas. Por eso el perfil de visitante es tan variado. «Hace tres días tuvimos aquí a una pareja chilena que venía buscando a sus antepasados y encontraron el contrato matrimonial de sus abuelos en el siglo XIX. Para ellos, ese es el documento estrella». Es por ello que Martín se resiste a utilizar el término «joyas» o «tesoros» para hablar de ciertos archivos, aunque «sí es cierto que hay algunos que tienen un valor social mayor», como es el caso del primer poema romántico en lengua vasca. «Aunque tenemos poca repercusión, el Archivo forma un sustento básico como derecho instrumental y su importancia no se percibe hasta que un día se necesita, pero nunca es urgente».
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