Recursos políticos
Una de las principales incertidumbres de cara a las próximas elecciones será saber qué metáfora usarán los partidos, los votantes y los medios de comunicación ... para hablar de lo que suceda en parlamentos y ayuntamientos. Para entonces, el efecto 'Juego de Tronos' se habrá disuadido -esperemos- y será necesario echar mano de otro símbolo para explicar los resultados. Porque este periodo entre urnas por el que hemos pasado en los últimos años no hubiese sido igual sin los personajes y los acontecimientos alrededor de Poniente.
Hemos tenido 'jonsnows' en Andalucía, Cataluña o Murcia; a 'daenerys' en Podemos, Ciudadanos y el Partido Popular; y a aspirantes a 'tyrions' o 'varys' en La Sexta, la cadena Ser o en este mismo diario. Ninguno hemos escapado de la tentación de utilizar este recurso para describir lo que ocurría o lo que era previsible que sucediera. Cómo no recurrir a Cersei el día en que Susana Díaz perdió las elecciones, o acordarse de los Caminantes Blancos mientras los de VOX amenazaban con su llegada a las instituciones antes de las autonómicas, o relacionar Cataluña con Invernalia si se debate sobre independencia.
El domingo por la noche todavía resonaban algunos de esos ecos. «Y os quejabais del final de 'Juego de Tronos'», lamentaba en Twitter Marta Fernández a propósito de los resultados en Madrid, que tuvieron un efecto similar al ataque de la Khaleesi a Desembarco del Rey. «A disfrutar del Orgullo este año, que el año que viene nos mandan a celebrarlo a Invernalia», exclamaba Anabel Alonso. «Me gustaría saber qué le ha gustado menos a Pablo Iglesias: la última temporada de 'Juego de Tronos' o la última noche electoral», se preguntaba Cristina Pardo.
Espacios como 'Al rojo vivo' echarán de menos la sintonía compuesta por Ramin Djawadi para imprimir épica a las informaciones. Pero ha llegado el momento de dejar descansar todo lo relacionado con la producción de HBO y buscar nuevos títulos para comparar a los agentes que acaban de entrar en la escena política. Díaz Ayuso, Almeida, Rocío Monasterio o Javier Ortega merecen otras series. De distinto género, seguramente.
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