'First Dates': La guipuzcoana sorprendida por los centímetros de su pareja
Nerea, enfermera de 23 años, fue una de las protagonistas del programa de Cuatro emitido este martes
Sonriente, alegre y extrovertida. Así se mostró Nerea, una enfermera guipuzcoana, en su aparición en el programa 'First Dates' de Cuatro emitido este martes. Sin duda una de las protagonistas del espacio que presenta Carlos Sobera.
Nerea, que no especificó de qué localidad de Gipuzkoa llegaba, se definía desde el primer momento con la palabra sonrisa. «De pequeña me reía de todo, me entra la risa enseguida, me dicen que soy impulsiva y que estoy un poco loca», confesaba ante las cámaras.
Su pareja de la noche era Jorge, de la misma edad y procedente de Huesca. Se definía como «chapucillas que hago de carpintero o soldador» pero músico de vocación. Lo más curioso de este joven es que sus padres se conocieron en un programa similar presentado por María Teresa Campos. «Estoy en este mundo gracias a ella y a la tele», decía, así que también busca por esta vía a su pareja perfecta. «Me parece guay tener una pareja con la que hacer cosas que te gusten y con la que te entiendas», explicaba.
La conexión entre Nerea y Jorge fue inmediata, con alabanzas mutuas por casi todo lo que hablaban. «Me mola mucho el País Vasco», decía él. En la cámara privada ella confesaba de inmediato: «Lo he visto y he dicho, este para mí... Me gusta que sea alto, tiene unos ojos preciosos, me encanta su barba...».
Tras los nervios del primer contacto ambos se sentaron a comer y charlas. Conectaban muy rápido al contarse retazos de su vida. En la edad no acertaba ella, le echaba cuatro más de los que tiene pues ambos son nacidos en el 99. Todo eran piropos mutuos. «Me encantan los pircings que tienes», le decía ella. «Me ha gustado que es muy sonriente. La he visto muy alegre, risueña y echada para adelante», decía él.
«Ala, qué guay, me encanta», exclamaba Nerea de vez en cuando, al saber que era músico o al conocer su afición por acampar con furgoneta. Él le demostraba sus habilidades con el 'beat box'. «Me he quedado muñeca cuando me lo ha hecho, me ha encantado». Ella explicaba una de sus aficiones, «a mí me flipa el 'pole dance (baile en barra)».
Ella es vegana y él celiaco y vegetariano así que también hicieron migas al pensar cómo harían la compra de la comida juntos. «Si vamos para adelante nos vamos a dejar un sueldazo en comida».
La pareja también tuvo tiempo en esta edición de 'First Dates' de hablar sobre sus relaciones anteriores. «Algo he tenido, aunque estable solo una.. un novio que conocí por Tinder y con el que estuve dos meses; yo estaba enamorada perdida de él», explicaba Nerea. Jorge respondía que es «de relaciones duraderas más que de rollos, me pasa muy poco y soy un ilusionado».
Tras los primeros minutos ella ya lo tenía claro: «parece que está hecho para mí, es perfecto». Así que al pasar al salón contiguo al comedor del programa la complicidad entre ambos ya era más que evidente.
La primera prueba a la que se enfrentaron era estar durante diez segundos mirándose a menos de 30 centímetros de distancia, algo que no lograrían ante tanta carcajada, sobre todo provocadas por un lío con distancias y centímetros. «Mi mano son 24, que la tengo medida», intentaba explicar Jorge al que interrumpían las risas de Nerea, «Pero, y ¿por qué tienes medida tu mano?». La solución no iba por dónde ella pensaba: «es por temas de carpintería, para calcular distancias más o menos». «Estaba pensando...», era lo único que acertaba a decir ella en medio de un ataque de risa sobre el sofá. A continuación Nerea aclaraba el motivo de sus risas ante la cámara privada: «Dicen que el que tiene la mano grande, lo de abajo también lo tiene grande... y eso me gusta». «Se me ha notado que me gusta porque a nada que me diga me río, se nota que me gusta el chico», decía resignada.
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La segunda prueba no dejaba ya lugar a la más mínima duda sobre los sentimientos de ambos. Tenían que elegir si querían darse un «pico o un morreo». Ella lo tenía claro, ¿te parece bien? y se lanzaba sobre él en un apasionado beso de varios segundos. «Me ha gustado», confesaba Nerea.
En el encuentro para la decisión final ambos fueron rotundos. «Se me ha pasado volando y me gustaría tener una segunda cita con Nerea». Ella tampoco dudaba: «Creo que ha quedado claro que sí, ¿no? Me gustaría volver a quedar y seguir conociéndote más y a ver lo que pasa».
La escena final era otro beso mutuo en los labios y más risas hasta salir agarrados de la mano fuera de plano.
