Una soltera de Euskadi no da crédito a las palabras de su pretendiente en First Dates: «El hombre no está hecho para hacer deporte»

Una soltera de Euskadi dio mucho que hablar en First Dates. Y todo a raíz de la cita que mantuvo con Jesús, jubilado navarro de 72 años que reconoció ser un fumador empedernido y al que no le gustaba nada el deporte. Ambos disfrutaron de una amena cena en el restaurante más famoso de Cuatro aunque, eso sí, enseguida vieron que no estaban hechos el uno para el otro. «Cuando le he visto no me ha gustado porque no venía vestido acorde a la situación: los pantalones no estaban muy limpios», argumentó de primeras la propia Lourdes. El, por su parte, tampoco sacó una grata impresión de ella y fuera de cámara lo justificó: «De cara es muy mona. No tengo nada en contra de la gente que está un poco…, pero pesará 120 kilos fácil».

Tras la reciente cita entre Arancha e Italiano, el restaurante de citas del programa First Dates emparejó ayer a dos solteros a priori muy diferentes. Por un lado Lourdes, cocinera jubilada de Bermeo (Bizkaia) pero residente en La Rioja que se declaraba una amante de la playa, Él, en cambio, no era de la misma opinión, pese a que en el pasado le había gustado mucho. «Ahora la veo demasiado masificada», se justificó. Otro tanto sucedió cuando ella expuso cuáles eran algunas de sus grandes aficiones: andar y bailar. Y nuevamente, Jesús dio su particular punto de vista: «El hombre no está hecho para hacer deporte, va en la forma de los hombres. Bailar, bailo lo que quieras». Ella no le creyó.

Los dos solteros de First Dates continuaron conociéndose durante la cena y él desveló que nunca se había casado pese a estar 17 años con una mujer. Situación bien diferente a la vivida por Lourdes, casada durante 31 años hasta que optó por divorciarse: «Aguanté demasiado», le reconoció a Carlos Sobera. Jesús no se cortó y expuso su particular visión del matrimonio. «Los solteros son raros, pero los casados… son fake», añadió. Ella no dio crédito a lo que oía.

Uno de los momentos más llamativos de la cita tuvo lugar cuando Lourdes optó por compartir sus recientes problemas de salud. «Me quiero ir a vivir a Benidorm. Soy de playa. Y llevo cuatro meses encerrada en casa porque me rompí recientemente la pierna y luego el brazo», le contó. Lo que no esperaba Jesús era conocer el amplio historial de intervenciones al que se había sometido su soltera: «He tenido 25 operaciones. Y es que soy de Bilbao», desveló ella, sonriente. Él, fuera de cámara, pensó que exageraba.

Era evidente que la cita no iba a llegar a buen puerto: y es que a las numerosas diferencias entre ambos había que añadir una más: él se consideraba un gran fumador («Ahora vapeo», reconoció) y eso a ella le echaba mucho para atrás. La propia Lourdes tampoco quedó muy satisfecha de la dejadez de la que presumió Jesús. «Yo vivo solo, hago la vida en el dormitorio, porque el salón de mi casa se me cae grande. Allí fumo, veo la televisión, tengo el ordenador… Y en el día a día me levanto y algunos hago la cama, y otros no. Total, las camas están para estar descubiertas…», afirmó ante la sorpresa de Lourdes. Ella lo resumió perfectamente al final: «No hay nada que me haya gustado de Jesús».