La cita más surrealista de una soltera de Euskadi en First Dates: «Está enamorado de otra, me quiere para conocer a Amancio Ortega»

Una soltera de Euskadi se quedó totalmente descolocada en First Dates con su pretendiente, Pablo. Y todo después de que al final de su cita él reconociera estar aún enamorado de otra mujer, mucho más joven que él. «Hay una chica que tiene pareja y me gusta mucho, se parece mucho a mí, pero no quiere dejar a su marido», se sinceró este divorciado de Elda (Alicante). Rosalía, natural de Bizkaia al igual que el bilbaíno Gonzalo, no daba crédito a lo que oía y le afeó su actitud: «Sólo me quiere utilizar a mí como puente para hablar con alguien de la empresa de Amancio Ortega», desveló en un momento de la cita en el restaurante más famoso de Cuatro.

Rosalía, divorciada nacida en Barakaldo hace 59 años, acudió a First Dates en busca de una pareja sentimental a la que le gustaran los animales y la naturaleza. «Yo estoy con los pies descalzos en el césped abrazada a un árbol y recibo esa energía, la noto. Me gustaría que fuera muy sensitivo, muy enérgico. Miro las estrellas o los pájaros volar y… eso me llena muchísimo», se sinceró, al tiempo que se mostraba muy exigente con su posible pretendiente: «Si no alcanzo el grado de intimidad que conseguí con mi ex, no puedo ir más allá. Me bloqueo. Y claro, me dicen que no pueden aguantar, que les duelen sus partes…».

La cita entre ambos solteros en First Dates no comenzó precisamente bien. Y es que pese a que Pablo también se definió como un amante de la naturaleza también dejó claro que era nudista… y que ella no era su tipo. «Nada más verla he dicho: no es lo que necesito. Yo necesito una mujer más natural, que vista como yo, un poco hippie, sin tacones». Ella tampoco lo veía claro: «Un naturalista está todo el día desnudo, se sienta en la silla, se va a la cocina, al sofá… Yo no concibo ponerme ahí así. Por ahí sí que no paso. Me siento desnuda, desprotegida», argumentó.

La cita transcurrió con normalidad, con ambos pretendientes hablando sobre sus respectivos trabajos. La propia Rosalía comenzó desvelando que realizaba su labor en el área de logística de Inditex: «Estoy muy bien, tenemos un grandísimo jefe, Amancio Ortega». El no dejó pasar la ocasión para descubrir sus intenciones. «Si pudiera hablar con él, le propondría un negocio. Una casa rural naturista, con clínica naturista, con médico naturista, todo naturista. Y como a él le sobra el dinero y a mí las ideas…», avanzó. Ella se lo tomó a mal dando a entender que quería utilizarla: «Me parece que me quiere utilizar a mí como puente para hablar con alguien de la empresa de Amancio Ortega, o con él mismo. Yo le he visto una vez y tiene una edad ya. Y no voy a hacer de puente», afirmó.

Los dos solteros tuvieron tiempo de hablar sobre sus relaciones sentimentales durante la cena en First Dates. Y ahí, Pablo descolocó completamente a Rosalía. «Tengo una chica que tiene pareja y me gusta mucho, se parece mucho a mí. Yo con ella no he hecho nada, la conocí y me gustó. Es de mi pueblo y tiene 32 años», confesó. Ella no daba crédito a lo que oía, se ofendió mucho y así se lo hizo saber: «Me ha hecho perder el tiempo, he llamado a una amiga para que me traiga, un montón de jaleos que he movido, he pedido permiso al trabajo para venir aquí y ver a uno que está enamorado de otra», se quejó amargamente. El soltero de Alicante intentó pedirle el número de WhatsApp pero ella no atendió a razones: «No, gracias, que tengas mucha suerte».

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