El ajuste de cuentas de Gorka, David Seco y Daniel en El Conquistador de RTVE

Las malas decisiones se pagan muy caras en El Conquistador. Y es que cualquier pequeño descuido o equivocación puede desencadenar una serie de inesperadas consecuencias que acaben de un plumazo con las aspiraciones de cualquier concursante en este reality de aventuras de RTVE. Y es esto precisamente lo que le sucedió a Puma, integrante Yocahu que en este último episodio pagó los platos rotos tras la denominada «voladura de la torre Yocahu» (palabras textuales de Raquel Sánchez Silva).

La elección de David Seco como duelista para la prueba de la tirolina escoció, y de qué manera, y Miguel -fiel a sí mismo- esperó su momento para tomarse su cumplida venganza. Qué menos en vista de que Gorka, David Seco y su hermano gemelo Daniel se habían quedado en el camino, casi a las puertas de la final, mucho antes de lo previsto. Y todo a raíz de la gran traición de El Conquistador, en palabras del de Busturia.

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La venganza se sirve en plato frío, sí, pero poco hubo que esperar para que Miguel ajustara cuentas en una asamblea que Raquel Sánchez Silva calificó de clave. «Bienvenidos a una prueba que no olvidaréis», afirmó. Julian Iantzi tomó la palabra y recordó a Puma su maniobra pasada: «¡Vaya jaque mate!», le contestó. Y el de León no tuvo otra que sincerarse. «Nos salió muy bien. Quizá han sido los dos mejores días de la aventura», reconoció, mientras Miguel tomaba nota, tan pausado y calculador como siempre. Ya le llegaría la hora…

Eso sí, la primera decisión importante fue la de dar el pase directo a la final a un concursante. Y sin conocerse aún el resultado de la misma, seguidamente se votó por el primer duelista, eso sí, esta vez públicamente y lanza en mano. Y en esta segunda elección la emoción fue la gran protagonista, con Lucas y Puma como grandes cabezas de turco. Los aspirantes votaron de viva voz, sí, pero nada parecía romper la igualdad (4-4)… hasta que le tocó el turno a Miguel, curiosamente el último en dar su voto. Y su decisión no sorprendió: recordó viejas rencillas, ajustó cuentas y le dio la lanza a Puma. «Me he basado en los valores de las personas que conocemos. Y entre los dos voto a Puma, pero no es de las personas que no se merece ir a la final», añadió.

En otras palabras, el concursante Yocahu se confirmaba como el primer concursante en peligro a las puertas de la final… fruto de su polémica decisión pasada. Seguidamente se dio a conocer el nombre del primer inmune: sorprendió que fuera Chase, uno de los más fuertes del reality de aventuras. Y éste, cómo no, lo celebró a lo grande.

Con el madrileño disfrutando ya de las comodidades del campamento rico, Julian Iantzi y Raquel Sánchez Silva presentaron la prueba de inmunidad, un reto en el que los concursantes debían tirar de su sentido de la orientación (y una brújula) para dar con una cuerda e ingeniárselas para ascender a por una bandera, en lo alto de varios postes. Miguel y Joana fueron los primeros en dar con sus respectivas cuerdas y comenzaron su ascensión, ya en pareja (algo obligado). Sin embargo, Mati y Agustín recuperaron rápidamente el terreno perdido y a punto estuvieron de dar la sorpresa. «No descanses, con todo lo que has comido. No hay que descansar, nos están pillando, descansa en tu casa», le arengaba. Sin embargo, el catalán se escurrió casi en lo alto y cayó al agua cuando lo tenía todo en su mano. Mati se desesperó y no dudó en animarle a seguir... pero dio igual: Agustín terminó agachando los brazos porque no podía más.

Con Miguel y Joana ya ganadores, Euxebi y Azo lamentaron su mala suerte: sus dos cuerdas les había obligado a nadar larga distancia y ello les había dejado casi sin posibilidades de triunfo. Montoya, en cambio, no tuvo ni opciones: no sabía utilizar la brújula y lo pagó caro. Los tres sabían que les iba a tocar remar en la prueba de eliminación de El Conquistador, junto a Mati, Agustín y Puma.

El temido laberinto volvió a hacer de juez en El Conquistador, sólo que… esta vez iba a dejar a dos concursantes a las puertas de la final. El reto era el esperado: con los ojos tapados tocaba arrastrarse de espaldas hacia el centro del mismo, coger un banderín y salir cuanto antes. Y ahí, el guipuzcoano Euxebi se exhibió mostrando una gran agilidad y sentido de la orientación. Otros como Azo y Mati sufrieron más de lo esperado porque en momentos concretos vieron su misión perdida… aunque no tanto como Puma, que se perdió, llegó a salir incluso del laberinto (sin bandera) y siguió arrastrándose campo a través sin ser consciente de que estaba fuera.

Bien diferente fue la suerte de Montoya, que alcanzó su banderín pronto pero… lo perdió en el camino de vuelta. El sevillano lo lamentó, y mucho, clamando justicia y rogando a Julian Iantzi que tuvieron un poco más de mano ancha. No lo consiguió: el de Lesaka y Raquel Sánchez Silva se mostraron inflexibles. Y tanto él como Puma se quedaron a un paso de la gran final en el reality de aventuras. Su polémica decisión les terminó pasando factura donde más duele: a las puertas de la gloria en El Conquistador.