Duras críticas a Amayita en El Conquistador de RTVE

Llega la hora de la verdad a El Conquistador de RTVE. El popular reality de aventuras, presentado por Julian Iantzi y Raquel Sánchez Silva, inició un camino de no retorno tras la disolución del equipo Atabey. Y es que la eliminación de la valenciana Mireia acabó por pulverizar las esperanzas del equipo verde, en el que a duras penas sobrevivían cinco integrantes. Eso sí, antes de decir adiós al concurso, Joana Pastrana tomó una última (y difícil) decisión: eligió a Carmen, que había reconocido problemas en el coxis. «Te tengo que agradecer lo fácil que me has puesto esto», le agradeció la capitana.

Con todo, Joana y Pau pasaron a formar parte del equipo Corocote, mientras que Amayita y Azu hicieron lo propio al de los Yocahu. Ambos equipos dieron una gran bienvenida a sus nuevas integrantes aunque, eso sí, era un recibimiento con las cartas marcadas: todos tenían claro que las hasta ahora verdes iban a ser, a priori, las primeras en ser nominadas en El Conquistador.

La prueba de inmunidad de El Conquistador de RTVE puso a prueba las fuerzas, muy menguadas ya, de los concursantes. Y es que una vez fijada una cuerda, tocaba cruzar un río en tirolina… sin tocar el agua. Los Yocahu, con los gemelos Daniel y Miguel a la cabeza, tomaron el mando y comenzaron a abrir brecha sobre los Corocote. Sin embargo, se encontraron con un imprevisto que tiró por tierra toda su estrategia, si es que realmente la había: Amayita.

La concursante de Zizurkil, que había practicado día sí y día también este ejercicio, falló. Y por mucho que lo intentó acabó cayendo al agua. Una y otra vez. «Era algo que estaba segura de que lo iba a hacer, de hecho, lo he entrenado», aseguró posteriormente, impotente. Y los Corocote, ya sin Andrea Azkune pero con un Euxebi que sorprendió con su gran agilidad, se llevaron el gato al agua. Y, por consiguiente, la preciada inmunidad. ¿Hubo premiazo esta vez? Sí, y muy celebrado. Porque la ruleta de El Conquistador les sonrío con pizzas y cervezas para todos. Un tesoro en toda regla a estas alturas.

Bien diferente era la situación en ese campamento infernal al que volvieron los Yocahu. Y en la mente de todos, una incógnita a la que no conseguían dar respuesta: ¿qué había fallado para acabar perdiendo la prueba de inmunidad? Tiempo tuvieron para reflexionar en la asamblea, en la que Julian Iantzi y Raquel Sánchez Silva pidieron explicaciones. Y no, ninguno las dio con fundamento, y en este clima de tirar balones fuera Amayita acabó convirtiéndose en el blanco de las críticas. Especialmente contrariado se mostró el guipuzcoano Gorka, muy crítico con su actuación. Otros, en cambio, optaron por repartir responsabilidades entre varios, caso de Agustín. E incluso saltó a escena el nombre de Cesc Escolá, aquejado de un pequeño problema de salud pero al que nadie quiso señalar directamente por sus decisiones en la prueba de inmunidad. Para sorpresa del propio Julian Iantzi y Raquel Sánchez Silva.

Con David Seco previamente nominado por los Corocote, la asamblea dio a conocer el nombre de la segunda nominada para el duelo de eliminación: Azu. La riojana se encontró con hasta ocho lanzas y no pudo más que resignarse a batirse el cobre en la prueba final ante los escasos argumentos de sus compañeros. Ella era la última en llegar y sabía que ello era sinónimo de nominación… y más aún después de que Amayita recibiera la inmunidad del equipo rival. Una decisión que satisfizo mucho a la de Zizurkil pero que escoció a más de uno… porque la guipuzcoana era la señalada. En mayúsculas. Y quién sabe si no lo va a ser a partir de ahora...

La prueba de eliminación de El Conquistador esta vez fue de las exigentes. Y es que David Seco, Azo y Azu debían recoger cuatro banderines haciendo autoescalada: tocaba tirar de brazos, nada de piernas. Y pese a que el duelo comenzó igualado, pronto se vio que Azo era el más fuerte. El canario logró hasta tres banderines rápidamente… hasta que las fuerzas dejaron de acompañarle. Peor lo tenían David Seco y Azu, incapaces de realizar más de dos ascensiones.

En vista de ello, Raquel Sánchez Silva se puso firme y lo dejó muy claro: tenían un último intento si no querían abandonar el concurso directamente. Y el de Busturia, todo pundonor, no se lo pensó dos veces: tiró de orgullo, se dejó la piel y a duras penas obtuvo el ansiado tercer banderín. Por su familia, por su mujer y por su hija. Y Azu, que había sido nominada previamente sin motivo, pagó los platos rotos y acabó diciendo adiós al concurso: «Siento que me voy demasiado pronto», aseveró con la satisfacción de haber sido una guerrera y haber cumplido con sus expectativas.

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