Carlos Sobera reta a un soltero en 'First Dates': «Por muy vasco que seas, a ver si eres capaz de no mezclar un buen vino...»
El programa de Cuatro vivió una cita con acento del norte en la que el kalimotxo y el vino de Rioja protagonizaron un divertido choque cultural
San Sebastián
Viernes, 17 de octubre 2025, 08:33
El restaurante de First Dates volvió a encender los fogones del amor con una cita muy llamativa. Esta vez, el soltero protagonista fue Andoni, un vasco de 39 años inspector de líquidos o como él afirmó en tono de broma, «catador profesional». Tras ser recibido por Carlos Sobera, este vizcaíno, natural de Barakaldo, se definió como «un chico trabajador, enfocado y disfrutón».
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Fiel a sus raíces y a su Euskadi natal, el soltero no tardó en dejar claro uno de sus placeres más típicamente vascos: el kalimotxo: «Lo bebo porque es un tópico en el País Vasco. Hemos crecido con él y la verdad es que está rico».
La otra soltera que acudió al a cita de First Dates era Diana, una joven de Logroño de 27 años en pleno año sabático y que se definía como amante del vino «de verdad». «Me gustan los chicos con 'flow', pero que no sean maleantes», comentó entre risas antes de conocer a su cita. Su primera impresión sobre Andoni fue buena, aunque ella reconoció que no era «el tipo de chico que le suele gustar».
Química evidente entre el vasco y la riojana
Sin embargo, la conversación entre los dos solteros de First Dates fluyó con naturalidad, especialmente cuando descubrieron que ambos compartían un espíritu familiar. Sin embargo, el momento estelar de la cena llegó cuando surgió el debate del vino. Andoni, fiel a su estilo, reconoció que el vino por sí solo no le entusiasmaba: «Soy más de mezclarlo con Coca-Cola. Soy el típico que se sienta a comer con amigos, piden una botella de 30 euros y yo echo Coca-Cola».
La reacción de Diana fue inmediata y muy riojana: «¡Yo te mato! Un vino bueno no se puede mezclar. Siendo de La Rioja, me ha dolido», exclamó entre risas. Al oírlo, el propio Carlos Sobera comentó en tono divertido: «A ver si eres capaz de no mezclar un buen vino, por muy vasco que seas».
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A pesar de sus diferencias con el vino, la química entre ambos solteros de First Dates fue evidente. «Me ha gustado su carácter y su forma de ser. Se me ha hecho corto», reconoció Andoni. Al terminar la cena, el de Barakaldo se ofreció a pagar la cuenta con una condición: «Me debes una copa». Ella aceptó la propuesta, pero con una advertencia: «Cuando vengas a Logroño te haré una ruta del vino... y si me echas Coca-Cola en el vino, te lo echo a la cabeza». Ambos abandonaron el restaurante juntos y con ganas de una segunda cita.
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