La anécdota de Ana Mena, Almodóvar y una piña gigante

Vive entre Estepona, su ciudad natal, y Madrid, aunque su éxito en Italia le ha llevado a buscar casa también en Milán. Ana Mena tiene solo 23 años, pero es una de las artistas más internacionales de la música española. Este jueves, en su visita a 'El Hormiguero', la cantante repasó sus inicios. La joven canta y actúa, de hecho participó, cuando tenía trece años, en la película de Pedro Almodóvar 'La piel que habito'. «Me mandaron una canción en portugués que me tuve que aprender fonéticamente porque no conozco nada del idioma», comenzaba el relato.

Tras enviar el tema a la productora del director manchego, le llamaron para que fuera a verle a su despacho. «Estaba comiendo una piña gigante y me dijo que le cantara la canción. Yo estaba atacada de los nervios, pero se portó muy bien conmigo», explicaba. Y al cineasta le gustó tanto la interpretación que la contrató. «No crezcas mucho porque el personaje tiene nueve años», advirtió el realizador. «Y le hice tanto caso que así me he quedado», remataba la artista con salero.

Mena comenzó a hacer cástings a los nueve años. «Siempre me ha gustado la música, es mi forma de comunicarme», argumentaba. Y sus primeros pasos estaban encaminados al flamenco. Su madre es cantaora y ella empezó con coplas. Motos le pidió entonces a ver si se lanzaba a cantar a capela uno de esos temas y ella se atrevió con una estrofa de 'A tu vera'. Uno de los países donde más ha triunfado la cantante española es Italia. «Fue una casualidad muy bonita», narraba sonriendo. «Siempre he querido hacer algo allí, me llamaba la atención el país», decía.

Los agentes y productores casi siempre ponen el foco en Latinoamérica, pero en este caso variaron el rumbo y apuntaron a Europa. «Planteamos un tema y lo canté con un cantante que estaba empezando, Fred De Palma. No esperábamos lo que pasó. Fue gracias al boca a boca que el tema triunfó y se convirtió en un gran éxito», comentaba la entrevistada que este verano ha podido realizar una gira en Italia, «y dar conciertos porque se echaba mucho en falta el contacto con la gente», declaraba.

La virtuosa andaluza confesó entre risas que el idioma italiano tiene «su puntito erótico», aseguró. Y como suele suceder, las primeras palabras que aprendió en la lengua romana fueron palabrotas. «Cazzo fue lo primero que dije», sostenía divertida. Y quizá para excusarse con arte apuntaba que un colega suyo italiano que no sabía español lo único que decía era «¡ostia puta! Estaba todo el rato con eso y yo le decía que mejor no siguiese», comentaba.

Con Trancas y Barrancas jugó a adivinar sus propias canciones dobladas de forma surrealista y con las Twin Melody bailó coreografías que triunfan en las redes sociales. Su carrera como artista despegó en el programa de Canal Sur 'Menuda Noche' y a los once años decidió dar un paso más y probar suerte en el mundo de la interpretación, convenciendo a sus padres para que la presentaran a la prueba para protagonizar una serie sobre Marisol. Y la malagueña fue la escogida entre cientos de aspirantes. Desde entonces no ha parado de subir peldaños en la escalera del éxito.