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Enkarni Genua, en su 'garaje-taller' del barrio donostiarra del Antiguo, rodeada de sus compañeros de viaje.. ARIZMENDI
Las confesiones de Enkarni Genua

«Yo soy titiritera. Y a mucha honra»

Tiene 80 años y se mantiene al frente de Txotxongillo con pasión juvenil. Acaba de recibir el premio Manuel Lekuona. «Las marionetas también difunden cultura», asegura

Mitxel Ezquiaga

San Sebastián

Lunes, 21 de noviembre 2022, 07:35

Su vida resulta tan apasionante como su trabajo. Sabemos bien que Enkarni Genua es una institución en el mundo de los títeres, que su compañía ... Txotxongillo (fundada de la mano de Manolo Gómez, su marido) ha hecho reír a sucesivas generaciones de vascos a lo largo de medio siglo de historia y que acaba de recibir el premio Manuel Lekuona de Eusko Ikaskuntza como reconocimiento a su creatividad a la hora de divulgar la cultura vasca.

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Pero quizás no resulta tan conocido que es una mujer que se licenció en Filosofía y Letras después de ser madre porque en su colegio donostiarra «a las pobres no nos dejaban hacer bachillerato». Que empezó a hacer espectáculos de txotxongillo en euskera cuando aún estaba aprendiendo el idioma, «sin controlar el 'nor nori nork' ni nada de eso». O que fue una de las más entusiastas trabajadoras para que el Topic de Tolosa se convirtiera en realidad.

«Yo soy titiretera, y a mucha honra», saluda al recibirnos en su garaje-taller del barrio donostiarra del Antiguo. «Cuando me piden un curriculum escribo primero mi nombre, Enkarni Genua Espinosa, con el segundo apellido en recuerdo de mi madre, pongo 'titiritera' como primera ocupación y solo después añado lo de licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Deusto. Desde tiempos medievales lo de 'titiritero' suena a poco serio, pero llevamos muchos años empeñados en dignificar la profesión. Y este premio ayuda, sin duda».

Las claves

  • El origen «Hace 50 años no había ocio en euskera para niños. Empezamos para la ikastola de nuestros hijos»

  • La formación «En mi colegio las ricas hacían el bachiller y las pobres no. Hice la carrera después de ser madre»

  • El galardón «Al anunciarme el premio me entró la risa, de alegría y de sorpresa. ¡Se reconoce al mundo del títere!»

Recuerda Enkarni Genua que cuando le dijeron que estaba entre los candidatos al premio Manuel Lekuona se sintió «muy honrada aunque con pocas posibilidades». «Repasas la lista de premiados, de Oteiza a Jose Luis Ansorena, y piensas que no llegará. Pero llegó, y es una forma valiente de reconocer que hay otras formas de divulgar la cultura, como los txotxongillos».

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«Manolo, nos dan el premio»

Genua sonríe al recordar el momento en que le comunicaron que había ganado el premio. «Me llamó Ana Urkiza, presidente de Euski Ikaskuntza, y me entró la risa. Era una risa de alegría y también de sorpresa. 'Manolo, que nos han dado el premio', le grité a mi marido, que estaba en casa. Me dijeron que dentro de unos meses será el acto de entrega».

Es el reconocimiento a una trayectoria de más de cincuenta años pero aún no cerrada, porque esta mujer jovial y activa sigue trabajando. En su taller-garaje tiene preparadas las maletas necesarias para cada espectáculo. «Tenemos dos formatos. Uno, más pequeño, con espectáculos que hago yo sola, aunque ahora siempre viajo con un técnico porque no estoy para acarrear baúles... Y después tenemos los montajes mayores, en los que también participa Manolo. Nos siguen llamando de muchos sitios y seguimos actuando porque esta es nuestra vida», dice. El nombre de Manolo Gómez aparece todo el rato en la charla. «En algún sitio nos bautizaron como 'inseparables' y así somos. Nos conocimos en un escenario y aquí seguimos. Los dos íbamos a las actividades teatrales de Los Luises, en el Antiguo, en el local de la parroquia que llamábamos El Pudri. Los chicos ensayaban por un lado, las chicas por otro. Un día nos juntamos. Y él y yo, hasta aquí». Tres hijos y seis nietos son el fruto de esa larga relación.

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Manolo Gómez fundó Teatro Estudio, que sigue dirigiendo, y compatibilizó su pasión teatral con su trabajo en la Kutxa, y es el otro 50% de la compañía Txotxongillo. «Yo he colaborado alguna vez en sus montajes teatrales pero me gusta más ir por libre con mis títeres», dice Enkarni, que durante diez años fue profesora en la Escuela de Magisterio del Seminario, hasta que cerró.

Aprender por el camino

«En mi agradecimiento al premio quiero hablar de mi colegio», apunta Genua. «Era el Sagrado Corazón de Miraconcha. Yo vivía en la calle San Martín. Había una discriminación entre chicas ricas y chicas pobres. A las primeras les preparaban para el bachillerato y a quienes no teníamos medios nos dirigían a un curso de 'cultura general', quizás porque pensaban que no necesitábamos bachiller para fregar suelos. Hice el bachiller por mi cuenta, ya después de ser madre, estudié la carrera de mayor y al final trabajé como profesora en la Escuela de Magisterio. Daba clase de Plástica e Historia. Vivía de la historia y ahora del cuento», bromea.

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«Mi vida ha sido ir echándome a la piscina y aprender por el camino», reflexiona Enkarni Genua. Así empezó también con las marionetas. «Cuando teníamos que empezar a escolarizar a nuestros hijos, hace más de cincuenta años, empezaban las ikastolas. En el Antiguo estaba Jakintza y ahí entraron nuestros hijos. Pronto vimos que los chavales no tenían diversiones en euskera y probamos con unas marionetas. Tuvimos un éxito inesperado, empezaron a llamarnos de los sitios... y la bola creció. Fuimos pronto a Cataluña a aprender, porque allí iban por delante, y nació así la compañía Txotxongillo, en 1951. Un año después surgirían Kixki ta Mixki ta Kaxkamelon, que luego serían Txirri, Mirri eta Txiribiton, pioneros también en llevar el euskera al mundo de los payasos».

Llegaron los títulos de referencia, como 'Erreka Mari', que se sigue representando, y su presencia contínua en foros de todo tipo. «Hacemos los guiones, las representaciones y fabricamos buena parte de las marionetas. Un día alguien me dijo, al ver los títeres de cerca, 'pero si solo son dos trapos'. Es como la música: con siete notas puedes confeccionar una sinfonía o ruido. Con dos trapos puedes conectar con el público... o quedarte en dos trapos».

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Enkarni Genua relata grandes momentos en la difusión del mundo del títere, como la creación del festival de Tolosa y la puesta en marcha del Topic «en un momento en que se conjuraron todos los astros para hacerlo posible». Mariona, el títere que es imagen del Topic, fue creado por Enkarni a a partir del dibujo que ganó un concurso escolar.

Han pasado cincuenta años, pero algunas cosas no han cambiado tanto. 'Erreka Mari', su gran éxito, acumula décadas «pero sigue funcionando porque habla de aceptar al diferente y respetar el entorno, dos necesidades básicas entonces y hoy», se despide.

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«Enriquecer el imaginario infantil»

El jurado del premio Manuel Lekuona resumió así los méritos de Enkarni Genua: «Valiéndose de las marionetas Genua ha revitalizado y socializado las leyendas de la mitología vasca, llegando hasta el público infantil a través de la transmisión oral, enriqueciendo el imaginario infantil y poniendo en valor la tradición oral vasca». El jurado destaca su labor de difusión, también en la esfera internacional, «en condiciones difíciles y con escasos recursos». «Ha permitido llevar las actuaciones de títeres en euskera a festivales internacionales, trasladando perfectamente las raíces de la cultura vasca», justifican los jurados.

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