Pablo Heras-Casado | Director de orquesta

«Siempre he tratado de huir de la especialización»

– Es la primera vez que dirige en San Sebastián.

– Sí, es la primera vez que dirijo en su ciudad, aunque la conozco. En San Sebastián la cultura tiene un peso importantísimo y el Kursaal es una referencia, no solo para la música, sino también para otras artes. Tenéis un público entendido, con una enorme tradición cultural que viene de lejos.

– Se estrena con música de uno de los compositores en los que está más centrado este otoño, Bruckner. ¿Qué tiene su música para atraparle de este modo?

– Bruckner es un pilar en la historia de la música sinfónica. Es un compositor al que no siempre se le ha entendido y que no ha tenido una audiencia tan amplia que han tenido otros como Mahler, que también tardó mucho tiempo en ser aceptado e interpretado. Tanto desde los intérpretes como desde el público se le ha visto a Bruckner como oscuro, monumental en el sentido de pétreo, ... yo creo que no se comprenden bien las grandes dimensiones de su música, porque para mí es uno de los compositores más revolucionarios y radicales que ha existido; es un compositor con. Más allá de esa monumentalidad y de esas grandes catedrales sonoras que son sus sinfonías, Bruckner es tremendamente lírico y humano.

– ¿Cree que el público también aprecia estas virtudes de la música de Bruckner o recomienda algún tipo de 'entrenamiento' para disfrutar de la escucha?

–No creo que sea necesario un manual de instrucciones. Hay que escuchar su música con libertad.

– Dirige la 'Sinfonía nº 3' que Bruckner dedicó a Wagner.

– Haremos la primera versión de esta sinfonía. Bruckner hizo muchas revisiones de sus sinfonías, perseguía de manera incansable un modelo, era un perfeccionista obseso y esta es la primera versión que dedica con veneración a quien admiraba profundamente, a Wagner. Sin embargo, esta sinfonía es Bruckner. En ella no trata de acercarse a la música de Wagner, es fiel a su propia música y a su credo artístico. Cita algunos temas de óperas de Wagner como homenaje al maestro al que dedicó la partitura, pero la 'Sinfonía nº 3' es Bruckner en esencia. En revisiones posteriores retiró estas referencias.

– El programa se completa con las cinco canciones para voz y orquesta 'Ruckert Lieder' de Mahler.

– Mahler es uno de los compositores que habla más directamente al alma humana. Son unas canciones que son pura alma, están despojadas de artificio. Se acerca también mucho a la música de Bruckner. Hay una influencia muy clara de Bruckner en Mahler.

– La mezzosoprano Sarah Connolly interpretará esta obra de Mahler. ¿Qué valora en una cantante a la hora de dirigirla?

– Tenemos el privilegio de hacer esta obra con esta mezzo reputadísima a nivel mundial. Sarah Connolly reúne todas las cualidades, desde un color vocal bellísimo y una manera de contar el texto con el canto, hasta una inmensa musicalidad.

– El concierto es junto a la orquesta de instrumentos de época Anima Eterna Brugge. ¿Qué peculiaridades tiene un conjunto de este tipo?

– Fascinantes. Se trata de recuperar el sonido original que estos compositores tenían en mente y por eso utilizan instrumentos de la época con las cualidades técnicas, artísticas y acústicas de los instrumentos que había en aquel momento.

– Acaba de ser nombrado director del año por la revista Opernwelt.

– La vida de cualquier artista es un viaje intenso y largo y todos estamos sumidos en ese proceso evolutivo en el que queremos ir un poco más allá. Cuando algo llega sin esperarlo es bonito.

– Es invitado por las agrupaciones más prestigiosas del mundo pero no es titular de ninguna orquesta. ¿Por qué?

– Siempre me ha gustado explorar el repertorio y las grandes formaciones sinfónicas, pero también la música de cámara o la que se hace con instrumentos de época. Siempre he creído que una titularidad es un compromiso importante y debe darse una perfecta combinación entre la orquesta y el director ideal y que sea un desafío para ambas partes. Todavía no lo he encontrado.

– ¿Se siente especializado en algún tipo de repertorio?

– No, y además he tratado de huir de ello. Intento estar especializado en cualquier repertorio que hago, siempre, y dirijo igualmente y con la misma intensidad y nivel música barroca, del XVIII, XIX, estrenos de compositores actuales, ópera... Creo que es importante tener una visión global del fenómeno musical y de su evolución a lo largo de la historia.

– ¿Cómo es la vida de un director de orquesta?

– Exigente, pero no es un sacrificio hacer lo que uno más ama. El tiempo que me queda libre lo dedico a estar con mi familia y a cuidarme y cuidar de los míos.