Jordi Savall | Violagambista y director
«El público sentirá como si Haendel acabara de componer su música acuática»Dirigirá el próximo martes a Le Concert des Nations en el auditorio del Kursaal con obras de Haendel, Gluck y Rameau
El hecho de que el gran músico catalán (Barcelona, 1941) sea un habitual en nuestros escenarios no resta importancia a su nueva visita a ... nuestra ciudad, esta vez con repertorio barroco. Referencia absoluta en el campo de la interpretación historicista, dirigirá el próximo martes obras de Haendel, Gluck y Rameau a la agrupación Le Concert des Nations en el auditorio del Kursaal.
– Nos hemos acostumbrado a tenerle en San Sebastián con cierta asiduidad. ¿Tiene algún vínculo especial con nuestra ciudad?
– Tengo buenos amigos como Jose Antonio Echenique y varios músicos. Es una ciudad que siempre me ha encantado. Es maravillosa, tanto en lo visual como en lo arquitectónico, en su paisaje, su playa o su gastronomía. Da gusto visitarla y compartir su belleza con un bello concierto. Es de estas ciudades en las que uno se siente como encasa.
– ¿Qué le lleva a escoger un lugar o escenario para actuar?
– Como sabes, los músicos no podemos siempre escoger dónde tocamos -suelen ser las instituciones las que nos invitan-, pero cuando me invitan vuelvo a San Sebastián con mucho gusto, porque además vuestro auditorio es una maravilla. Me hace muy feliz porque sé que la música va a sonar allí muy bien y que va a ser muy bien recibida por el público.
– ¿Considera entonces adecuado el Kursaal para interpretar música barroca?
– El Kursaal es maravilloso. He actuado allí con grupos grandes, medianos, interpretando música vocal, instrumental... y en todos los casos funciona muy bien. La sala ofrece al público un sonido nítido, claro y bello. Es una acústica maravillosa para cualquier tipo de formación.
«El Kursaal tiene una acústica maravillosa para cualquier tipo de música y formación»
– En esta ocasión ofrece un programa titulado 'Los elementos y las furias' con obras de Haendel, Gluck y Rameau. ¿Por qué este título?
– Es un programa que trabaja sobre las furias, que están representadas en la suite del Ballet pantomima 'Don Juan ou le festin de Pierre' de Gluck, que finaliza con las furias elevando a Don Juan al infierno por su mala vida. El otro tema del concierto es la música acuática de Haendel y 'Les Borèades' de Rameau, que, al igual que la anterior, se inspira también en la naturaleza. Me parecía interesante dar esta connotación al programa uniendo dos suites que tratan de la naturaleza y hacerlo con el tema de la suite de Don Juan, que es mucho más dramático.
– La más conocida es la suite de 'La música acuática' de Haendel. ¿Cuáles son, en su opinión, las claves de una interpretación adecuada de esta obra?
– Lo que hago es interpretarla junto a un repertorio más novedoso, como son las ya citadas piezas de Gluck y Rameau. La cuestión fundamental que tenemos siempre en cuenta cuando abordamos una música de más de 300 años de antigüedad es que el hecho de que tenga tantos años no significa que no sea actual. Lo fantástico de las obras de arte como esta es que el tiempo no cuenta para ellas. La 'música acuática' tiene la misma frescura, energía y belleza que cuando se interpretó en el Támesis hace más de tres siglos. Nosotros la interpretamos con una réplica de los instrumentos que se utilizaron en la época. El público sentirá como si Haendel lo acabara de componer. Yo lo comparo con la restauración de frescos que han perdido su color y resplandor y al limpiarlos se descubren unos colores y unos contrastes increíbles. Con la música barroca hacemos lo mismo: descubrir de nuevo sus colores usando instrumentos barrocos.
«Entiendo que Israel tenga que protegerse contra el terrorismo, pero no puede ser a cualquier precio»
– ¿Es posible transmitir con música el mito de Don Juan en el ballet de Gluck?
– Totalmente. Es lo que hacen las óperas. Aquí se hace sin palabras, porque la obra está escrita para ser bailada y los bailarines interpretan lo que ocurre, pero la música es lo suficientemente expresiva para poder comprender el sentido o el carácter sin la danza. Hay un pasacalles español con castañuelas que muestra la personalidad de Don Juan y el final de las furias es de un dramatismo, una fuerza y una modernidad increíbles. Parece que Don Juan se está trasladando a la profundidad del infierno dentro de un remolino con trompetas, trompas... es muy, muy moderno e interesante.
– Completan el concierto con una selección de la ópera 'Les Borèades' de Rameau. ¿Cómo plasma su estilo rococó?
– La suite de Don Juan de la que hemos hablado es de 1761 y Rameau del 1764, y esta obra se editó cuando ya estaba muerto. Destacaría que frente a Gluck, que tiene una influencia italiana, Rameau es más francés.
«Hay jóvenes con un nivel extraordinario interpretando música antigua, lo que demuestra su modernidad»
– Desde su experiencia y larga trayectoria, ¿qué momento diría que vive la música antigua?
– Vive un momento excelente a nivel de intérpretes, de actividad y de grupos de música antigua. Ahora mismo estoy en Köthen, en la ciudad de Bach, como jurado de un concurso y he escuchado una docena de músicos maravillosos de entre 25 y 32 años Hay españoles, franceses, alemanes, una cubana maravillosa, americanos... todos tocan de maravilla y han empezado a interpretar música antigua desde pequeños, así que con poco más de 20 años tienen ya un nivel extraordinario. Es una prueba de que la música antigua está llegando a los jóvenes y, en mi opinión, si los jóvenes es prueba de que funciona. Pero falta el apoyo de las instituciones, las ciudades, los teatros, los festivales... falta soporte para estar a la altura de otros países.
– Usted es una persona pacifista y firmemente comprometida con cuestiones sociales. ¿Cómo vive el momento actual del conflicto palestino- israelí?
– Muy mal. Es terrible. Tengo amigos palestinos e israelíes, amo la música sefardí y la árabe y es una catástrofe humanitaria. Entiendo que Israel tenga que protegerse contra el terrorismo, pero no puede ser a cualquier precio. Las vidas humanas tienen que tener el mismo valor en todos los países. Este drama humano tardará mucho tiempo en sanarse y es muy urgente que se pare tanta violencia. ¿Es que el ser humano no aprenderá nunca de su historia?
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