Plena comunicación
La comunicación, la cohesión y la energía marcaron el concierto de ayer de una Euskadiko Orkestra en estado de gracia bajo la batuta de una ... interesante directora, Marie Jacquot. La francesa hizo removerse en sus sillas a todos los responsables del sonido, que regalaron un acto de absoluta generosidad por la música. Y el resultado fue excelente. Mozart se escuchó vivo, fresco, lógico y casi apasionado en los dedos de un Markus Schirmer que fue igualmente cómplice de un discurso elaborado con conocimiento y carácter. De igual forma, la agrupación regaló un Bruckner poderoso, de enorme riqueza tímbrica, que coronó un hermoso encuentro.
Euskadiko Orkestra
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Intérpretes: Euskadiko Orkestra; Markus Schirmer
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Directora: Marie Jacquot.
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Programa: 'Concierto nº 20 en re menor, K.466' de Mozart y 'Sinfonía nº 7 en mi mayor' de Bruckner.
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Lugar: Kursaal, 1.600 espectadores
Intérpretes y podio compartieron articulaciones, acentos, matices e incluso respiraron a la vez en el 'Concierto nº 20 para piano y orquesta' de Mozart. La compenetración fue absoluta, en una lectura hecha de comunicación plena y respeto a la partitura y en la que no hubo grandes sorpresas, salvo en la cadencia elaborada por el solista, quizá más salvaje y rockera de lo habitual, pero que Schirmer defendió con una técnica impecable y un control absoluto del instrumento.
La 'Séptima' de Bruckner fue toda una oda al romanticismo desde la absoluta coherencia. Jacquot consiguió atraparnos desde el 'Allegro moderato' inicial diseñando con sentido los tres temas que lo ocupan. Sin embargo, la magia no habría sido posible sin la amplitud dinámica de la Euskadiko Orkestra, que tras el brillante final del primer movimiento atacó el precioso coral fúnebre que abre el 'Adagio' con sensibilidad y cordura. La resignación dio paso al brío con el contrastado y rítmico 'Scherzo'. El 'Finale', con su optimista conclusión, redondeó un encuentro en el que reinó la comunicación.
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