Maravillosa calma
El Cuarteto Egeria hizo posible anteayer encontrar un lugar de paz, reposo y evasión en pleno centro de Donostia en agosto. Lo consiguió con su ... invitación a acompañar el viaje a Oriente de Marco Polo y la noble viajera Egeria con música medieval, pero también con la lectura de textos e incluso algún 'efecto especial' como sonidos de pájaros o de la naturaleza, con el fin de ambientar la narración de la aventura. Pero realmente eso fue lo de menos, porque su principal valor residió en su expresiva transmisión de piezas extraídas del Codex Rossi, el Monasterio de Ripoll o el Laudario di Cortona, además de cantos maronitas siriacos. Las cantantes interpretaron todas las obras, divididas en cuatro bloques, con una puesta en escena tan pura, sencilla y cuidada como sus voces, que encontraron su vehículo ideal en la magnífica acústica del claustro del museo San Telmo.
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Intérpretes: Cuarteto Egeria.
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Programa: Música vocal de la Edad Media.
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Fecha: 9-8-24
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Lugar: Museo San Telmo.
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Asistencia: 230
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Propina: 'Nomen a solemnibus'
Fue fácil dejarse llevar por las cristalinas voces del cuarteto, ideales para la música antigua y, especialmente, para el canto llano, que fue el que vertebró su propuesta. La mayor parte de las piezas fueron monódicas –a una sola voz–, si bien hubo la oportunidad de poder escuchar esas primeras polifonías propias de la época. Su comienzo fue toda una declaración de intenciones vocales y escénicas: comenzar con el canto de una sola e ir añadiendo las demás mientras entraban paseando de diferentes lugares, hacia el escenario. Hubo piezas acompañadas de la lira como 'Dies ista gaudium' o la deliciosa 'Dei patris unice', y otras con pandero, pero también bombones vocales a capella como 'Rex sempiterne coelitum'. Todo ello dio como resultado un encuentro en el que conseguimos trasladarnos a ese 'Mundo de las maravillas' que narraban Egeria y Marco Polo en pura calma.
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