Calor barroco
El calor inundó este miércoles el Santuario de Arantzazu y no sólo por la climatología, sino sobre todo por el concierto de Conductus Ensemble, que ... regaló un programa de música religiosa barroca muy adecuado para el entorno. Vivaldi fue el gran protagonista del encuentro, que se inició con dos piezas de Bach, el motete 'Ich lasse dich nicht' y la cantata 'Nach dir, verlanget dich'. Ambas piezas, de importante complejidad, dejaron claro que no hay que viajar lejos para encontrar a magníficos músicos que interpreten con criterio y expresividad las obras de Bach.
La música vocal de Vivaldi es un caramelo, tal y como lo demuestran las dos obras que Conductus ofreció este miércoles. El 'Magnificat' permitió descubrir a magníficos solistas y a un conjunto vocal que destacó por su empaste en figuras largas y mantenidas y por sus convincentes reguladores en números como 'Et misericordia ejus'. Sorprendió, asimismo, su dominio de la imitación en 'Sicut locutus est', equilibrado en todas las cuerdas.
Conductus Ensemble
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Intérpretes: Conductus Ensemble. Ainhoa López de Munain, Irene Fraile, y Saioa Goñi, sopranos; Gabriel Díaz y Mirari Pérez, contraltos; Ariel Hernández e Iñigo Fernández, tenores; Jesús García Aréjula y Francisco Javier Jiménez, bajos.
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Director: Andoni Sierra.
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Programa: 'Magnificat RV 610' y 'Gloria RV 589' de Vivaldi; 'Ich lasse dich nicht BWV ANH 159' y 'Nach dir, verlanget dich BWV 150' de Bach. Fecha: 23-8-23.
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Lugar: Santuario de Arantzazu.
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Asistencia: 700 personas.
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Propina: 'Jesus bleibet meine Freude' de la 'Cantata 147' de Bach.
La obra más conocida, el 'Gloria', sumó intérpretes al conjunto, con instrumentistas de alto nivel. Mención aparte merece la emisión, articulación y precioso sonido de la oboísta Laura Marcos en su diálogo con la soprano en 'Domine Deus'. Pero hubo muchos más números y solistas destacables, como el contratenor Gabriel Díaz en su 'Domine Deus, Agnus Dei' o el tenor Ariel Hernández, de bella voz, en sus intervenciones. El coro, una vez más, y bajo la sabia dirección de Andoni Sierra, volvió a regalar momentos deliciosos en una obra para disfrutar, coronada con una propina de Bach.
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